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EL ANÁLISIS por Jorge Savia
Viejo como el agujero del mate
Con el último pasaje de Gregorio por Peñarol y la llegada de Da Silva, volvió al tapete el tema de la diferencia entre dos procedimientos de ataque.
"Polilla" dijo que Peñarol -el que "heredó" de Gregorio, claro- "quiere llegar rápido a posición de gol ni bien pasa la mitad de la cancha"; y agregó: "El jugar largo no tiene por qué ser la primera opción de ataque".
No fue una crítica, sólo una opinión; por eso luego explicó que quiere que "no terminemos siendo reiterativos con el pelotazo a Marcelo", aclarando que "es una opción válida", sólo que "no siempre tiene que ser igual".
La mayoría llama a ese instrumento ofensivo "pelotazo frontal"; y Gregorio "pase largo". Como se llame, lo real es que su eficacia no depende de sí mismo, sino de los ejecutantes: el primer gol del ofensivísimo y modernísimo Bilbao de Bielsa nació en un "uñazo" de Amorebieta igualito a los que Darío mete desde la mitad de la cancha; la clave fue la sutileza con que, sin dejarla picar, Llorente la cambió de palo.
Tan viejo como el fútbol; pero no por eso obsoleto: una corta y una larga. O en boxeo mismo: una arriba y otra abajo.
¿Y vos qué decís?
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