Nacional es, aunque no lo parece

Si bien las sensaciones que dejó el triunfo de Nacional no son encontradas, porque todo fue positivo, tanto la victoria como la goleada, no transitan todas en un mismo sentido, por una sola calle.

Es que una cosa fue el resultado y otra la clasificación. ¿Qué se le puede objetar a un equipo que gana por 4 a 0? Nada. Nacional ganó fácil. Ahora, en lo que hace al pasaje a la segunda fase, las señales no fueron tan claras.

En ese aspecto, sobre todo en la segunda etapa, Iquique manejó la pelota con demasiada holgura y profundidad para un equipo modesto, y visitante; pero Nacional resolvió ese problema con dos argumentos tan elementales como terminantes:

1) Fue contundente en momentos clave: de arranque, al filo de los 45` iniciales, y cuando el Iquique y la eventual definición por penales lo estaban jaqueando;

2) Bueno es el punta más punzante, desestabilizador y desequilibrante del fútbol uruguayo; Recoba vive una segunda "juventud" futbolística con su inteligente y mágica precisión para dar pases de gol y meterlos con su magistral ejecución de faltas; y Bava completa esa columna vertebral en torno a la cual suele girar todo equipo que se solidifica de atrás para adelante, minimizando con sus manos las carencias que al menos por ahora tiene Nacional para llenar los requisitos mínimos que le permitan ser vistos como uno de esos cuadros.