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EL ANÁLISIS por Edward Piñón
EL ANÁLISIS por Edward Piñón
Jamás voy a olvidar la última regata, aquella medal race que lo tuvo como principal animador. El segundo lugar en esa etapa, el octavo puesto en la clasificación final y el diploma olímpico, con un emotivo festejo en aguas británicas de Alejandro Foglia fue una especie de oda al deporte uruguayo.
"Jano" fue el hombre del año, porque nada menos que en la gran cita de Londres 2012 demostró toda su categoría. Compitió con clase y ratificó que con apoyo todos los objetivos se pueden alcanzar.
Será imposible que borre de mi memoria la fantástica carrera de Deborah Rodríguez en el majestuoso estadio olímpico. En la historia del recuerdo siempre estará el momento mágico de mirar el tablero electrónico y encontrar su nueva marca nacional, pero también la cara de felicidad que regaló en cada paso hacia la zona mixta y la manera en la que corrió, porque se entregó de cuerpo y alma a la caza del registro.
Si "Jano" fue el hombre del 2012, Deborah fue la mujer uruguaya del año. Y a través de su éxito es que se puede soñar con un mayor apoyo de toda la sociedad al deporte de alta competencia.
¿Y vos qué decís?
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