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Fallo. La Justicia dispuso 90 días de arresto domiciliario
MALDONADO | MARCELO GALLARDO
"Yo lo maté", confesó la mujer apenas los policías de la Seccional Segunda de San Carlos llegaron a su domicilio del barrio Rodríguez Barrios de la ciudad carolina, también conocido como el "barrio de las Ranas".
La mujer, L.L.S.D, de 34 años, había llamado a la Policía advirtiendo lo ocurrido en la pieza ocupada por su ex esposo, P.D.D.C. de 37, a quien ultimó ahorcándolo con un cinturón.
El hecho ocurrió alrededor de las 02:00 de la madrugada del martes en una de las dos habitaciones ocupada por el hombre que trabajaba como "changador" en la industria de la construcción de la zona.
Luego de una extensa audiencia comenzada a las 08:00 y culminada alrededor de las 16:00 de ayer martes, la jueza letrada Adriana Navarro dispuso el procesamiento sin prisión de la mujer y el arresto domiciliario por un plazo de 90 días. Navarro compartió el pedido de enjuiciamiento sin prisión de la fiscal Adriana Arenas.
Al expedirse, tanto la magistrada como la fiscal tomaron en cuenta las "largas y fehacientes" declaraciones formuladas por testigos del caso, entre ellos familiares y amigos. El padre del fallecido declaró a favor de la mujer y aseguró que cuando fue llamado desde la Comisaría pensó que su hijo había matado a su ex nuera. O algo peor.
La jueza aceptó el pedido de la fiscal porque el delito tiene una pena mínima de veinte meses de prisión y en este caso amerita que se aplique la 17.796 que resultó el procesamiento sin prisión, indicaron fuentes del caso. "La larga violencia doméstica que venía sufriendo la mujer desde hace trece años para adelante, que incluyó casos de golpes y maltratos a los hijos, resultó en el procesamiento sin prisión", señalaron las fuentes. "En ningún momento la mujer aprovechó el día de San Valentín para inventar un encuentro amoroso que le permitiera matar a su ex pareja. La mujer no programó nada. Simplemente reaccionó", agregaron las fuentes.
LOS HECHOS. El caso comenzó a gestarse alrededor de las 17:30 de la víspera cuando P.D.D.C. concurrió en su moto a la terminal de ómnibus carolina, donde su ex mujer llegaba de regreso de su trabajo como mucama en un edificio de Punta del Este.
El hombre la esperó con un regalo por "San Valentín" como prueba de su deseo de retomar la relación cortada dos meses atrás por la mujer como consecuencia de un largo proceso de golpes, maltratos e insultos registrados en los últimos trece años. La mujer rechazó el regalo y le advirtió que no insistiera porque no tenía ninguna intención de retomar la relación.
Contra su deseo, la mujer aceptó subirse a la moto y dirigirse a la casa que ambos compartían en el barrio Rodríguez Barrios. En la finca los esperaban los cuatro hijos de la pareja de 14, 12, 10 y 7 años. Al llegar a la finca el sujeto ordenó a sus dos hijas más chicas que fueran a comprar dos litros de vino.
A medida que fueron pasando las horas, el sujeto comenzó a mostrarse más violento al tiempo de golpear e insultar a la mujer en varias ocasiones. En las últimas horas de la noche del martes el sujeto la obligó a acompañarlo hasta su habitación donde la agredió y la sometió en varias ocasiones. "Si no venís conmigo te voy a matar a tu padre, a tu hermano", le espetó al tiempo que la obligó a ir a la pieza del fondo para obligarla a mantener relaciones sexuales. La mujer temió, por el irascible estado de su ex pareja, que en esa noche cumpliría su palabra de matarlos a todos. "Acá se termina todo", le comentó la mujer a una de sus hijas, la última que acostó en la pieza delantera de la casa ocupada por la madre y sus hijos.
Obligada a regresar a la finca la mujer confesó que "iba entregada". En esa ocasión la volvió a someter otra vez de forma violenta. El sujeto le pegó un par de veces y trancó la puerta de la habitación. Luego invitó a la mujer a concretar una vieja fantasía sexual de tener relaciones con sus manos atadas. Ella primero le ató las manos pero, según confesó, "era la oportunidad que tuve para terminar el calvario que sufrí durante años". Luego de asegurar las amarras a las muñecas de su ex pareja, la mujer lo estranguló.
En Montevideo, apenas 24 horas antes de este caso, otro fallo judicial dejó en libertad a una mujer que disparó a su esposo con un rifle calibre 22. En las consideraciones hechas por la jueza penal Adriana de los Santos pesó el perfil de "violento y alcohólico" que presentaba el hombre ultimado el domingo pasado en una finca de Curva de Maroñas. "El hecho ocurre en un marco de violencia extrema que la pareja tenía sostenidamente desde el 24 de diciembre", dice el fallo.
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