"Sé muy bien todo lo que se dijo"

DIEGO PÉREZ

Las puertas del vestuario visitante, sobre la tribuna Colombes, se cerraron cuando entró el cuerpo técnico (después de todos los jugadores) y unos minutos después se escuchó sonar fuerte un cerrado aplauso. Nació del corazón del plantel y el destinatario fue Gregorio Pérez, quien vivió un día especial por todo lo hablado en la semana.

"Estuvimos hablando y la respuesta fue con un cariño bárbaro; el mismo cariño que hemos recibido de parte de este grupo desde que llegamos a Peñarol. Es un aliciente importante porque transmiten su convicción que vamos por el buen camino", contó el entrenador sobre esa charla íntima con los jugadores y el posterior aplauso que retumbó en cada rincón del Centenario.

"¿Te parece que no?", respondió Gregorio luego, consultado sobre si se sentía con la fuerza necesaria para seguir al frente del equipo. "Lógico que leo, que escucho, no vivo abajo de una piedra y sé muy bien lo que se dijo; sinceramente no se lo deseo a nadie vivir lo que vivimos esta semana", afirmó.

Igualmente, aseveró que nunca pensó en dejar el cargo por todo lo que se habló luego de la goleada ante Atlético Nacional de Medellín. "Nunca lo pensé. ¿Por qué tendría que hacerlo? Ni me lo pregunté, ni lo pensé. Todo lo contrario, tengo un contrato y sigo hasta que un día vengan y me digan que esto no va más", sostuvo.

"Hay que tener mesura, pero estamos convencidos que vamos por el buen camino", dijo el técnico, aún emocionado por el canto de la Ámsterdam, sector en el que además apareció una bandera con la leyenda "esta hinchada tiene memoria", en claro apoyo a Gregorio.

"El cariño con la hinchada es mutuo, más allá que ante algunas circunstancias ellos se sientan mal, como es lógico. Después de la semana que vivimos, lo que pasó con la hinchada nos emocionó; no encuentro palabras para describirlo", sostuvo el entrenador, ganador de cuatro Uruguayos en la época del quinquenio.

Gregorio vivió un día especial; una semana especial. Y hoy vuelve a Los Aromos.