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CARLOS MONTAÑO
El Tanque Sisley le rindió tributo a la estrategia y a la habilidad posicional.
Sus jugadores ejecutaron bien un plan ideado para disputar el partido de la forma más conveniente. El técnico Raúl Moller hizo una lectura acertada de su rival y lo lastimó mucho cuando detectó que su vulnerabilidad defensiva estaba en su punto más alto.
Wanderers exhibió el protagonismo hasta la mitad del primer tiempo. Con mayor posesión de la pelota, tocó bien en el mediocampo.
Sin embargo, sus intentos de profundizar fueron vanos por la falta de precisión en los últimos 15 metros.
No encontraba la forma de anotar hasta que a los 24` en una decisión polémica de Bentancor (cobró penal de González a Blanco), Antonio Pacheco puso en ganancia al bohemio.
Con ese contexto, se esperaba que el local se desempeñara con mayor tranquilidad y espacios y sacara rédito del lógico adelantamiento de su adversario.
El repliegue de El Tanque Sisley no fue tan notorio. Hasta ese momento sólo había contemplado el modo de operar del contendiente al que ya tenía estudiado.
Se notó en el posterior desarrollo del partido.
Avanzó con decisión hacia el arco oponente y con un sentido de la ubicación notable. Siguió actuando en bloque y no perdió la línea en su esquema de juego. Continuó desenvolviéndose con el diseño de equipo corto y resultó mortal en los contraataques. Sacó provecho de los huecos que dejaron los laterales bohemios al irse tanto a terreno contrario y de las deficiencias de la zaga central de los albinegros. Bruzzone dio el alerta máxima en el área bohemia y los 37` el colombiano Miguel Murillo empezó a derrumbar y cortar la buena racha de los dirigidos por Alfredo Arias.
Tras un pase largo, el delantero superó en velocidad a Alejandro Lago, eludió a Sergio Rodríguez y definió con tiro cruzado.
Wanderers tuvo tranquilidad solamente en el entretiempo. Desde la reanudación, El Tanque Sisley no paró de complicarle la existencia con la misma receta. Equipo corto jugando en acordeón y fulminante en los contragolpes.
A los 52` Gonzalo Ramírez, con un notable remate, dejó al "enemigo" contra las cuerdas.
Wanderers ya estaba "groggy" y Machado, de penal, le dio el golpe de nocaut. Fue como una emboscada. El Tanque Sisley estudió bien A Wanderers. Lo esperó, lo lastimó y lo "mató".
El colombiano Miguel Murillo fue desnivelante y tomó el triunfó con calma. "Los partidos son todo diferentes . En otras ocasiones jugamos bien y nos se nos dio. Siempre apostamos a ganar. No miramos el descenso. Queremos pelear la chance de avanzar a una copa internacional".
Antonio Pacheco habló con la sobriedad que lo caracteriza. "El rival tenía un planteamiento determinado que lo llevó a la práctica y le salió bien. Wanderers propuso, intentó jugar, pero nos superaron. El equipo está haciendo bien las cosas y sabemos que nos falta regularidad".
Ovación
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