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La cumbre del Grupo de los 8, que se desarrolla en Camp David (Estados Unidos), debería centrarse en la crisis de la deuda en la zona euro, un tema que divide a los partidarios de un mayor crecimiento y a los que apuestan al rigor, con el telón de fondo de la preocupante situación griega.
El presidente Barack Obama afirmó en la apertura que el crecimiento y la lucha contra el déficit deben ir juntos para alcanzar la "prosperidad", al iniciar los debates sobre la crisis en la eurozona con sus socios del G8.
"Estamos todos comprometidos para hacer que el crecimiento, la estabilidad y el rigor presupuestario formen parte de un conjunto de medidas que debemos adoptar para lograr la prosperidad que buscamos para nuestros conciudadanos", insistió Obama en la apertura de la segunda jornada de la cumbre del G8 en Camp David (Maryland).
El viernes, Obama había dado una clara señal de apoyo a los partidarios de estimular el crecimiento económico al recibir al nuevo presidente socialista de Francia, François Hollande.
Obama aseguró en esa oportunidad que en la reunión del G8 plantearía "un abordaje responsable de la austeridad presupuestal, acompañada de enérgicas medidas que favorezcan el crecimiento", una postura que Hollande defendió durante su campaña y que choca con la que defiende la canciller alemana Angela Merkel.
"Tenemos que tomar medidas en pro del crecimiento, sin cambiar de ruta para poder ordenar nuestras finanzas públicas. Estabilidad y crecimiento van de la mano", comentó, a su vez, en la noche del viernes, el presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso.
Los dirigentes del G8 deberían evocar la situación de Grecia, donde a la crisis de la deuda se le ha sumado una crisis política por la imposibilidad de formar gobierno tras las elecciones legislativas del 6 de mayo, en las que ningún partido obtuvo mayoría. Nuevos comicios serán organizados el 17 de junio.
El viernes, Hollande aseguró que Obama y él compartían "la convicción de que Grecia debe permanecer en la zona euro".
Obama afirmó también en su discurso de apertura, que el G8 está unido en su "posición sobre Irán. Pienso que concordamos en que Irán tiene derecho a un (programa) nuclear pacífico, pero que sus continuas violaciones de las normas internacionales y su incapacidad para probar hasta el presente que no trata de militarizarlo, constituye un grave motivo de inquietud para todos nosotros".
En relación a Siria, el mandatario estadounidense afirmó que también existe acuerdo en que "una resolución pacífica y una transición política son preferibles en Siria, y estamos profundamente preocupados por la violencia que allí tiene lugar".
AFP
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