Comicios en EE.UU. frenan guerra con Irán

NUEVA YORK | THE NEW YORK TIMES

La posibilidad de una acción militar para frenar el programa nuclear de Irán antes de las elecciones en EE.UU. se diluye y si bien el premier israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que los iraníes aceleran su enriquecimiento de uranio, suavizó su tono.

En su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Netanyahu enfatizó que debe impedirse que Irán tenga una bomba atómica, aunque sus palabras sugirieron que aplaza la fecha límite para un ataque militar hasta mediados de 2013, y que busca suavizar lo que ha sido una disputa difícil con el gobierno del presidente Barack Obama respecto a cómo enfrentar a Teherán.

Apenas dos semanas después de que esa disputa estalló en público, Netanyahu elogió la advertencia que Obama hizo a Irán, cuando habló ante la ONU el martes y sostuvo que él y todos en su país valoran la posición del presidente de EE.UU.

El 16 de septiembre, al ser entrevistado en el programa Meet the Press, de la cadena de televisión NBC, Netanyahu dijo que Irán estaba a seis meses de tener todo el uranio enriquecido necesario para producir una bomba y planteó que debía trazarse la línea roja para frenar el programa nuclear.

Una eventual acción armada se fue diluyendo en las últimas semanas, aunque se ha hablado de "una sorpresa para octubre" que preocupaba a la Casa Blanca y a los planificadores militares estadounidenses.

El tono más suave de Netanyahu en la ONU, también puede reflejar la interpretación de las encuestas de opinión pública en EE.UU., que muestran la ampliación de la ventaja que lleva Obama al candidato por el Partido Republicano, Mitt Romney, para las presidenciales del 6 de noviembre. A mediados de septiembre, Netanyahu se había referido en duros términos al problema, cuando dijo que Washington no tenía "el derecho moral" de impedir que Israel actuara contra Irán porque Obama se negaba a trazar su propia línea roja.

Michael Herzon, un exjefe de gabinete del Ministerio de Defensa de Israel e integrante del Instituto de Política del Cercano Oriente, con sede en Washington, dijo que está implícito en las afirmaciones de Netanyahu que "hay seis o siete meses más para continuar ejerciendo presión sobre los iraníes. El revuelo internacional anterior era que Israel quería actuar antes de las elecciones de noviembre en EE.UU.".

Netanyahu pronunció el discurso en momentos en que hay un telón de fondo de revitalizada actividad diplomática con Irán, que insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos. Los ministros de Relaciones Exteriores del llamado 5+1 -los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania- se reunieron para discutir cómo avanzar en las negociaciones con Irán que quedaron estancadas desde junio. "Todos los ministros están unidos en creer que la diplomacia es el camino preferido para avanzar", dijo un alto jerarca del gobierno de Obama.

CÁLCULO. Ante la ONU, Netanyahu trazó la línea roja en un diagrama de una bomba con una mecha, para mostrar la visión israelí del progreso de Irán hacia lograr la capacidad de producir un arma nuclear. Marcó la línea roja en el punto en el que Irán habrá reunido suficiente uranio enriquecido para hacer la bomba, lo que ocurriría, según Israel, en la primavera o el verano de 2013 (léase a mediados del próximo año).

Sus cálculos se basan el uranio enriquecido al nivel del 20% que Irán ha producido, ostensiblemente para alimentar un reactor de investigación, que fue provisto a ese país por EE.UU. en los días del Shah. En la actualidad, Irán carece del combustible suficiente para hacer un arma. En efecto, su acumulación de reservas de uranio declinó en los últimos meses, debido a que ha convertido una parte para usarla en ese reactor.

La conclusión de Netanyahu es compartida por muchos expertos en temas nucleares que han analizado los informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica.

El gobierno de Obama no cuestiona el cálculo de Netanyahu, pero sí su lógica. Sus jerarcas han insistido en que si Irán quisiera convertir su uranio en combustible del grado necesario para una bomba, que requiere una pureza mucho más alta que el 20%, tendría necesidad de expulsar a los inspectores nucleares y dar pasos que se detectarían fácilmente.

"Con seguridad, lo veríamos", dijo uno de los principales asesores de Obama.

Netanyahu desafió esa evaluación en su discurso, al afirmar que el armado de una bomba podría realizarse de manera clandestina, en cualquier lugar de Irán. "¿Queremos poner en riesgo la seguridad del mundo sobre la base del supuesto de que podemos descubrir a tiempo un pequeño taller en un país que tiene un tamaño que es la mitad de Europa?", preguntó.

En respuesta al discurso de Netanyahu, Irán volvió a rechazar lo que llamó "supuestos absurdos y sin fundamento", respecto de que busca desarrollar un arma nuclear e insistió que las metas de su programa nuclear solo son pacíficas. Las autoridades iraníes, incluyendo su presidente Mahmoud Ahmadinejad, han declinado la posibilidad de frenar su programa.

DIVERGENCIAS. La cuestión de cómo abordar el programa nuclear de Irán se ha convertido en una aguda fuente de tensión entre los gobiernos de Netanyahu y Obama. Israel estima que un Irán con capacidad nuclear es una amenaza existencial. Ha argumentado que hasta ahora las sanciones que propinó Occidente contra Teherán no dieron resultado y que el tiempo se termina.

Obama se opone, hasta ahora, a una acción militar, por considerar que todavía "hay tiempo y espacio" para una solución a través de la diplomacia y se ha comprometido a que Washington hará lo que sea necesario para impedir que Irán obtenga un arma nuclear.

El presidente estadounidense también ha rechazado los reclamos de Netanyahu para trazar la línea roja a Irán.

Pero, parece haber un esfuerzo de las autoridades israelíes para mejorar la relación con EE.UU. y moderar el tono de la disputa.

"Creo que todo este tema de las líneas rojas debe ser planteado, pero no en público", dijo el subsecretario de Relaciones Exteriores, Danny Ayalon, en declaraciones a Radio Israel, el jueves último. "También creo que en este momento las conversaciones entre nosotros y los estadounidenses, que son excelentes, se refieren precisamente a eso", añadió.

Ayalon agregó: "Constantemente nos acercamos en nuestras posiciones y esto obedece a que, entre otros motivos, la actividad iraní continúa sin pausa. Cuanto más desafíen los iraníes al mundo entero, este acercamiento llegará a un punto en que estaremos unidos en nuestras posiciones".

SANCIONES. La postura de Israel también fue expuesta en un informe del Ministerio de Relaciones Exteriores, cuyos detalles fueron filtrados al diario Haaretz, que los publicó en su edición del jueves último, mientras Netanyahu viajaba a Nueva York.

Un jerarca israelí que conoce el informe, pero no está autorizado a hablar en público sobre el tema, confirmó los puntos publicados por Haaretz.

El informe indica que las sanciones internacionales que ya se aplicaron a Irán han tenido profunda repercusión en la economía del país y -según algunas evaluaciones- podría estar afectando la estabilidad del gobierno iraní. Sin embargo, las sanciones no han persuadido al gobierno en Teherán para suspender el impulso nuclear. Por consiguiente, el informe llega a la conclusión que se necesita otra serie de sanciones, dijo el jerarca israelí.

El momento en que el documento fue filtrado a Haaretz suscitó interrogantes entre los israelíes. No resultó claro si el Ministerio de Relaciones Exteriores, liderado por Avigdor Lieberman, enviaba un mensaje puntual por su cuenta para contrarrestar el tono habitualmente beligerante de Netanyahu o si la filtración fue coordinada con el primer ministro con la intención de enviar un mensaje más conciliador de Israel a EE.UU.

Netanyahu exhortó a intensificar las sanciones contra Teherán, en una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Italia, a comienzos de este mes.

Haaretz informó, citando a un jerarca del Ministerio de Relaciones Exteriores, que Irán sufrió una declinación del 50% en sus exportaciones de petróleo como consecuencia de las sanciones aplicadas por la Unión Europea y otros países, incluyendo EE.UU., Canadá, Australia, Japón y Corea del Sur. Como resultado, los ingresos petroleros del país cayeron en US$ 40.000 millones desde comienzos del año.

Agregó que las sanciones al Banco Central iraní han dificultado el acceso del gobierno a sus reservas internacionales y los precios de los productos esenciales tuvieron agudo incremento.

Al mismo tiempo que se publicó el informe, el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, subrayó que su país está pronto para actuar en el frente militar si no tuviera otra alternativa y ratificó la doctrina israelí de depender de sí mismo en materia de seguridad nacional.

"En última instancia, solo podemos depender de nosotros mismos", enfatizó, antes de señalar que el gobierno de Israel hace todo lo posible para "quebrar el círculo de hostilidad" sin ir a la guerra, aunque si no le dejan opción, el país está pronto para librar la batalla que se requiera "aún a un precio doloroso".