La grifa de una "pilcha" últimamente descuidada

DE CONTRAGOLPE POR JORGE SAVIA

Peñarol abrochó la contratación de Mathías Aguirregaray y, aunque no es un refuerzo para anunciar ni presentar con bombos y platillos, como se estila en los tiempos actuales, sobre todo porque en el mundo ese marketing está casi exclusivamente reservado para los atacantes y, tal vez, algún volante, preferentemente creativo, con llegada, si el propio Peñarol interpreta lo que puede significar su arribo, quizá, se vuelva importante. El "Vasquito" es un lateral de selección, al fin y al cabo. No anduvo mal en los Juegos Olímpicos; y, después de todo, es algo más que un jugador de la casa: tiene corazón, garra; esa grifa en el orillo que, por ahí, últimamente, Peñarol ha descuidado, o no ha priorizado como antes.