Sindicato lácteo anuncia trabas a exportación, ocupaciones y paros

PABLO MELGAR

Fracasaron todas las instancias de diálogo promovidas por el gobierno y los sindicatos del sector lácteo resolvieron ir a la "guerra" desde hoy. Ayer la dirigencia sindical decidió ocupaciones, paros y afectar las exportaciones.

"Perdimos todas las esperanzas, ahora vamos a la lucha a medir fuerzas. No queremos pelear pero esto es como una guerra", aseveró a El País el presidente del sindicato de Conaprole y vocero de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), Robert Romaso.

En la tarde de ayer el plenario de la FTIL resolvió ocupar las plantas en que "por irresponsabilidad de las empresas" corra riesgo la producción.

Según dijo Romaso a El País, el objetivo de la medida es trabar "cualquier intento de tirar leche u otros productos" por parte de las empresas.

Además, los sindicalistas decidieron aplicar tres horas de paro por semana a partir de hoy y seguir trabajando a reglamento. En tanto, el viernes 12 habrá una asamblea general de todos los sindicatos de la FTIL por lo que se realizará un paro nacional de 24 horas.

A eso la FTIL agregó el "corte o limitación de las exportaciones" a partir del lunes 8, confirmó Romaso.

"Cada sindicato instrumentará a su manera el corte de las exportaciones", agregó. "Ahora comenzó el conflicto en serio", advirtió el dirigente.

Durante la mañana de ayer el sindicato y la Cámara de la Industria Láctea (CILU) discutieron una propuesta de aumento salarial redactada por los empresarios que no fue aceptada por los delegados sindicales. Según Romaso, "del Ministerio no salió ninguna propuesta sobre el conflicto y el plan de la empresa no nos avanzó en nada".

Temprano en la mañana la FTIL se reunió con el ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, para analizar la decisión de Conaprole de tirar 37 toneladas de crema el martes pasado.

Los dirigentes presentaron documentos en que presuntamente queda demostrado que no tuvieron responsabilidad en la decisión de desechar producción. "Conaprole nos hizo una zancadilla y salió con una jugada sucia y la pasamos", consignó Romaso.

La FTIL reúne a todos los sindicatos de la industria láctea del país y representa a los 3.500 trabajadores del sector en los Consejos de Salarios.

Hasta ayer las medidas de la FTIL se limitaban a no hacer horas extra. Los efectos de la decisión sindical fueron una serie de enlentecimientos en la recepción de leche en las plantas y una caída en la elaboración de subproductos.

En ese contexto el Ministerio de Trabajo (MTSS) convocó a empresarios y sindicatos a una reunión que se producirá a la hora 11 de hoy.

A la misma hora la Asociación de Productores de Leche (ANPL) reunirá a los delegados de las organizaciones de tamberos de todo el país para analizar la situación.

"Trabar las exportaciones u ocupar las plantas es una locura. A la vez se atrasa cada vez más la recolección de la leche. Esto lleva a retrasar los ordeñes, lo que provoca enfermedades en las vacas. Si no viene el camión habrá que tirar la leche", dijo a El País el presidente de la ANPL, Eduardo Viera.

EFECTOS. Las medidas de la FTIL están complicando a los tamberos, en particular a los más pequeños, según explicaron productores.

Los atrasos en la recolección de la producción de los tambos lleva a que colapsen los depósitos de leche, explicaron.

Algunos productores resolvieron comprar un tanque extra para evitar tener que tirar leche, pero esa no es la norma.

Otros tamberos, más pequeños y con menos capacidad de maniobra, están tomando medidas extremas. Ayer se supo que un tambero de San José resolvió adelantar su salida del negocio y así evitar sufrir pérdidas por los paros sindicales.

El productor, cercano a su jubilación, resolvió vender sus 47 vacas a los vecinos que trabajan en el mismo rubro y así liquidar el negocio de toda la vida.

Salarios dispares

Los empleados con salarios más bajos en el sector industrial de Conaprole ganan US$ 1.000 por mes en la mano, confirmó una fuente de la empresa láctea. En las otras firmas del sector los sueldos son más bajos; algunas pagan salarios equivalentes a menos de la mitad de Conaprole.