Protagonista: Aldo sin corbata

PABLO CAYAFA | FOTOS: FRANCISCO FLORES

Aldo Silva soñaba con ser el conductor de Telemundo, pero la propuesta le llegó cuando menos lo esperaba. "Fue muy emotivo. Al principio me asustó, pero cuando se encendió la cámara me sentí muy cómodo", recuerda. Hoy, diez años después, le quiere dar un giro a su carrera para "reinventarse como periodista". Por eso, el proyecto de Dove Men para hacer Protagonistas le llegó en un momento justo. En el nuevo ciclo dejará descansar su costado más "solemne" para dialogar largo y tendido con referentes de distintos rubros, sin tiempos ni presiones. La cara del noticiero más exitoso de la televisión adelanta detalles del desafío, y se confiesa como un hombre que cuida de su estética. Además, explica por qué la última temporada de Código País fue la mejor de todas, y cómo interpreta la competencia entre los periodísticos de la televisión.

-¿Qué te sedujo de la propuesta para hacer Protagonistas?

-Apenas me convocaron y me explicaron lo que querían hacer, me sentí muy cómodo y acepté. Protagonistas me da la oportunidad de reinventarme y salir del formato diario que la gente conoce de mí en Telemundo y Código País , que son propuestas muy solemnes. Estoy estéticamente más informal, y más libre de movimientos para avanzar con el programa. Hay que ser capaz de darse cuenta cuándo es el momento para dar un giro, dejar entrar un poco de aire fresco para no aburrir a nadie.

-La iniciativa del ciclo la tuvo la marca de una línea de productos de estética masculina, ¿cuánto te cuidás en ese sentido?

-Me llamaron de un producto que se adapta a mi estilo de vida porque ya lo utilizaba. Soy un hombre que cuida su estética. Los años se vienen encima y uno ya no tiene el poder de recuperación que tenía tiempo atrás. Ser el conductor de Telemundo y Código País me obliga a cuidar ciertos detalles como la ropa, mi propia cara o mi estado de salud. Me ayuda no tener canas, siempre tuve el pelo oscuro. Hay gente que no me cree ni aunque les haga una declaración jurada (risas). "Vos te hacés la tinta como Figueredo", me dicen. No paso horas frente al espejo pero en líneas generales trato de cuidarme. Escucho muchas opiniones femeninas sobre mi estética, de Mariana Sanguinetti de Nuevo Siglo y de mi mujer.

-¿Este proyecto es anecdótico o realmente tiene que ver con una nueva etapa de tu carrera?

-A mí me encantó trabajar así, y si mañana surge otra cosa con la misma gente, lo voy a hacer. Yo me sentí muy bien. En Telemundo siempre estamos en el límite, en el riesgo, corriendo, entonces se generan tensiones y nerviosismos que desgastan las relaciones humanas. Acá fue otra cosa: sentarse a pensar y dedicarle muchas horas al tema del vestuario y la estética. Se trabajó con tiempo, algo a lo que no estoy acostumbrado hacer. Me hizo mucho bien, me benefició en mi tarea periodística tremendamente.

-Casualmente Jorge Traverso, ex conductor de Subrayado , también presenta un ciclo de entrevistas este año, ¿podría haber coincidencias?

-Es diferente. El de Jorge es con escenografía, y él recibe de traje y corbata a un invitado. Acá yo estoy más informalmente vestido en ámbitos abiertos compartiendo momentos con diferentes personas.

-¿Y como entrevistadores pueden tener algo en común?

-En todo caso si me empujás a buscar una comparación pensaría en Facundo Ponce De León haciendo Vidas; aunque siempre me gustó Traverso como entrevistador.

-¿En cuáles facetas de tu vida te sentís "protagonista"?

-Todos los días en la radio y a las 20 horas cuando arranca Telemundo. Es un protagonismo que a veces pesa un poco. La responsabilidad de abrir y cerrar el informativo todas las noches es enorme, y maravillosa. El protagonismo que más me importa es el de mi vida privada, mi rol de padre y la vida con mi mujer y mis seres queridos. Es cuando me siento más protagonista.

-Al mirar para atrás, ¿cómo sintetizás esos diez años al frente del noticiero central?

-Con mucho orgullo, me pone muy feliz. La prueba personal que me hago es ver para atrás y darme cuenta de que cumplí con todo lo que quería hacer cuando tenía 20 años.

-¿Te imaginás tomando la decisión de dejar el noticiero, como hizo Traverso este año?

-Falta mucho, me asusta pensar en eso. Espero que sea una decisión que pueda tomar yo, y tener la tranquilidad de decir "me puedo ir ahora, no estoy haciendo papelones, y me queda mucho por hacer en otra etapa de la vida". Lo que espero es no arrepentirme después, que es lo bravo: irse y meter marcha atrás como les pasa a muchos deportistas que se van del estadio para su casa y después quieren volver. Ese día quiero estar en paz conmigo mismo y ser capaz de iniciar otra vida sin toda la exposición pública que tengo ahora. Me encantaría ir a vivir a la costa de Rocha, si todavía queda océano y no está lleno de puertos de aguas profundas (risas).

-¿Cómo se viene la nueva temporada de Código País?

-Tenemos el impulso de salir después de un año en el que se hicieron las cosas muy bien. Venimos del mejor año de Código País.

Se aproximó al ideal que tengo en mi cabeza, que es difícil de alcanzar. De la misma forma que hubo otros años en los que quería olvidarme de lo que habíamos hecho porque había salido todo mal, el año pasado fue el mejor.

-¿Por qué?

-Yo me sentí satisfecho. Se trabajó muy bien a nivel audiovisual, hubo entrevistas importantes y yo me sentí muy cómodo en la conducción. Código País es más complicado que Telemundo porque hay más exposición, y no es que le tenga miedo, pero hay más riesgos. Eso conlleva mucha adrenalina, que te hace sentir más vivo pero también te podés caer del precipicio. El año pasado me quedé con la sensación de que habíamos hecho cosas muy buenas funcionando como equipo. Acertamos y nos adelantamos a un montón de cosas.

-¿Y en qué fallaron otros años?

-Hubo algunos que sentía que no me encontraba conmigo mismo. Sentía que en lo personal no había estado bien o estaba fallando.

-¿La competencia ayudó a incentivarse?

-Sí. Yo siempre estoy incentivado, pero me encantó salir con más competencia. Me gustó que la gente tuviera más posibilidades de elegir, y los niveles de audiencia me dejaron muy conforme. Nos hemos sorprendido bastante con las mediciones porque nos fue mucho mejor de lo que esperábamos. El hecho de que haya varios programas periodísticos a la misma hora potenció la atención del televidente, había más gente mirando televisión.

-¿Miraste alguna vez Santo y Seña?

-No. Termino mi tarea muy cansado, entonces cuando llego a mi a casa quiero estar con mi mujer y mis hijos. No ninguneo a nadie porque me molesta cuando me ningunean a mí, pero nunca me sentí tentado a mirar Santo y Seña. Prefiero pensar en otros detalles que son más importantes para mí. Hay gente que ningunea y mucho, pero yo estoy en otro escenario.

-¿Y pudiste ver algo del nuevo Subrayado?

-Poco. Es otra cosa, se nota el cambio. Trabajan muy bien el lenguaje de imagen en Canal 10. Los noticieros son seres vivos que siempre van cambiando.

-¿Telemundo no es el que más se resiste a cambiar?

-Yo no diría que es el que más se resiste, nosotros tenemos nuestro formato. Somos un informativo que da noticias, no un programa. En un tiempo capaz que se busca una alternativa. Telemundo cambió mucho: en los `80 tenía un formato y ahora tiene otro. Uno no se puede quedar solamente con lo que aparece en pantalla porque hay más cosas adentro, como los temas que la sociedad va exigiendo.

-Atravesando ya el último tramo del gobierno de José Mujica, ¿se podrían evaluar cuáles fueron los temas de agenda que marcaron su gobierno?

-Es un presidente de características inéditas con respecto al protocolo, y pateó el tablero en un montón de cosas. Algunas son buenas y otras bastante malas. Yo resalto como positivo la cantidad de temas que puso sobre la mesa y que estamos discutiendo. El hecho de que la sociedad uruguaya esté debatiendo sobre el aborto me parece espectacular.