Una diosa a la cancha

La vedette incursionó en el fútbol: Se puso la camiseta de Bella Vista y lo asumió como uno de los desafíos profesionales más importantes de su carrera. "Lo tomo como algo terapéutico porque me río, me siento bien y hago deporte", describe. En un imperdible encuentro íntimo mano a mano con Sábado Show, la odontóloga más mediática del Uruguay cuenta detalles de su nuevo reto. Además, habla sobre la experiencia de haber participado en el primer capítulo de Maltratadas, donde tuvo que realizar escenas "hot", lo que define como una gran experiencia que le abrió las puertas en el mercado de las ficciones argentinas. También se refiere a la relación con su amiga Mónica Farro y la dramática historia de violencia doméstica que dio a conocer en los medios argentinos. "Todo el mundo sabía lo que le pasaba, yo siempre le aconsejé que lo contara", asegura.

Jéssica Zunino es de las pocas vedettes uruguayas reconocidas sin tener el "diploma argentino". No pasó por un escándalo en la vecina orilla que le permitiera una explosión mediática, aunque ha tenido sus cruces en el medio local, producto de la guerrera personalidad que la caracteriza. Este carácter coincide con su nuevo desafío: integrar el equipo de fútbol sala femenino Bella Vista, en donde se desempeña actualmente, y en el que se ve jugando por mucho tiempo más.

En la revisión de su historial deportivo, Jéssica enumera que practicó patín, ballet, gimnasia artística y aeróbica, pero nunca había jugado al fútbol hasta la última edición de "El Partido de las Estrellas", la instancia a beneficio que organiza Pablo Francescolli cada enero. "Jugué ahí y me re enganché", recuerda. A partir de ese partido no paró: continuó juntándose una vez por semana en alguna cancha de barrio para jugar con varias de las chicas que habían conformado su equipo en el verano. "Algunas desistieron, otras quedaron por el camino, pero yo seguí", indica dando cuenta de su persistencia para con un nuevo deporte que ya había logrado cautivarla.

La pasión que la había conquistado no quedó en aisladas juntadas con amigas, Jéssica fue por más y se sumó a un equipo de fútbol 5 en el que se entrenó y perfeccionó cada vez más. "Teníamos partido todas las semanas, así que seguí jugando hasta que agarré práctica", cuenta, y enfatiza en el poco dominio que tenía sobre la pelota al comienzo: "Era muy amateur. No tenía idea de nada".

El vínculo de Jéssica con la pelota encontró su quiebre cuando en un evento social, Jorge Seré, que ahora se desempeña como director técnico del equipo de fútbol sala femenino Bella Vista, la invitó a integrarse a su equipo. La rubia se animó a la prueba de ingreso, que superó cómodamente, y desde ese instante no descansa de los entrenamientos: "Son dos veces por semana, y tenemos trabajo táctico y de musculación. Al principio me lesioné. Partes de mi cuerpo no estaban acostumbradas a tanto trabajo físico, pero me recuperé, y seguimos", relata la rubia que ya juega en los partidos profesionales.

A pesar de estar en el mejor equipo del rubro, conoció el fútbol hace menos de un año, por lo que sus compañeras de equipo todavía "le tienen que tener paciencia": "Pierdo pelotas y hago muchas faltas", reconoce entre risas.

Jugar al fútbol para ella es terapéutico: "Me río, me siento bien y hago deporte", señala, y le sirve para canalizar un carácter de "chica que va al frente", al animarse a ir al choque en cada jugada. "Mis compañeras son muy técnicas y sacan la pelota con delicadeza pero yo voy y tranco como sea", describe.

La falta de experiencia también hace que su cuerpo no le responda de la mejor manera y admite que queda agotada después de cada práctica: "Me canso hasta morirme, hasta sentir que me falta el aire". Además, señala forzando una sonrisa que tiene el cuerpo marcado por el fútbol: "No jugamos con ningún protector. Camiseta y a la guerra. Es la garra charrúa", y detalla: "Tengo moretones por todas las partes del cuerpo. Tengo la pierna negra".

Maltratada. Además del deporte, la carismática artista despuntó su vicio de la actuación participando de la aclamada serie Maltratadas. La actriz formó parte del elenco del primer capítulo que se vio por Canal 12, que fue el único grabado en Uruguay, y para el que tuvo que realizar varias escenas subidas de tono. "Jamás me imaginé que después de la edición iba a quedar tan fuerte", puntualiza.

A través de este personaje en el unitario sobre violencia doméstica, le tomó el gusto a hacer ficción, y adelanta que ya prepara otro proyecto para rodar en Buenos Aires. "Estoy estudiando actuación ante cámaras y preparando un personaje", cuenta, y agrega que la nueva producción sería a partir del buen nexo que le quedó con Alberto Lecchi, el ilustre director que estuvo al frente de la serie cuando ella actuó. "Con él tuve una onda impresionante, y me dijo que quería seguir trabajando conmigo", afirma.

Amiga de Farro. La vedette es íntima amiga de su colega Mónica Farro, por lo que se aloja en su casa cada vez que visita Buenos Aires. Jéssica confiesa que siempre supo del drama que vivía como víctima de violencia doméstica: "Siempre le dije que lo contara, pero le daba miedo porque está muy sola en Argentina y no es fácil. Admiro su valentía para animarse a decirlo", comenta orgullosa de su mejor amiga del otro lado del charco.

Sobre la relación con Mónica, recuerda que desde que se enteró del mal momento que vivía, iba sistemáticamente a Argentina para estar junto a ella: "Cuando estaba mal, yo viajaba hasta ahí para acompañarla. Somos muy amigas en las buenas y en las malas", se acuerda.

Con respecto a la carrera artística de Jéssica en Uruguay, comenta al pasar que prepara pilotos como conductora, "pero esas cosas demoran mucho", dice resignada. No elude opinar sobre la idiosincrasia de los medios uruguayos, y es determinante al respecto: "Yo veo que acá le dan mucho corte a los que vienen de afuera, y está muy mal porque los que estamos acá remándola y peleando todos los días es como si no existiéramos", lamenta con pesar. "Deberían tener en cuenta a los artistas de acá, y no a Fulanita que te va a cobrar el triple porque viene de Argentina y estuvo con Tinelli, es una estupidez. Si vos podés llegar a ser buena acá, ¿por qué no te tienen en cuenta como se debería? Eso es lo difícil de este país", concluye.

JÉSSICA A PURO DEPORTE

La vedette se define amante del deporte de toda la vida. Practicó patín, ballet, gimnasia artística y aeróbica, y ahora juega al fútbol profesional. Su primer vínculo con esta competencia fue en "El Partido de las Estrellas" en verano, y a partir de ahí continuó jugando con el mismo grupo. Luego se integró a un equipo de fútbol 5 y después de practicar por semanas, fue convocada por Jorge Seré para sumarse al campeón de fútbol sala femenino Bella Vista. Superó la prueba de ingreso, y ahora juega todas las semanas. "Nos espera la Copa Libertadores en Chile a fin de año", anticipa muy entusiasmada.

Fotos y post: Daniel Ayala

Make up: Leonel Aita Musi.

Vestuario: Charlotte

Agradecimiento: Clínica Narayan