Armado para salir a atacar

DANIEL ROSA

Después del primer tiempo ante Cruzeiro en la final de la Copa Bimbo, nada podía ser peor. Aquellos cuatro goles en sólo 45 minutos habían sido una muestra muy dolorosa de que todavía hay muchas cosas para corregir de cara a la última fecha del Apertura y al inicio de la Copa Libertadores.

El paraguayo Tacuary llegó al Parque Central dispuesto a tomarle otra prueba a la oncena tricolor y fue un duro sparring, por lo cual Nacional debió conformarse con un escueto 1-0 alcanzado a los 83 minutos con un cabezazo de Jorge Cazulo.

El resultado, anecdótico como siempre en esta clase de partidos de pretemporada (salvo aquellos que nunca son amistosos, como los clásicos), era en realidad lo de menos. Las expectativas pasaban por otros lados. Por ejemplo, ver en acción al argentino Marcos Mondaini, última incorporación del conjunto del Parque Central; también observar cómo le calzaba el buzo de arquero a Rodrigo Muñoz. Eso para el público, aunque para Gerardo Pelusso los puntos de interés eran otros. Para el técnico el funcionamiento colectivo era lo trascendente y no debe haberse ido nada conforme.

Lo primero a decir es que este Nacional fue concebido durante el período de pases con una mentalidad totalmente ofensiva. Lo único defensivo que se trajo fue precisamente al golero Muñoz, porque incluso los defensas llegaron con la esperanza de adelantar unos metros al equipo en la cancha. Tanto es así que, como se preveía, Pelusso pudo al fin utilizar la tan deseada línea de tres. Martín Rodríguez, Mauricio Victorino y Adrián Romero fueron los zagueros, con Álvaro Fernández y Federico Domínguez como carrileros. No estuvo, por encontrarse golpeado, "Matute" Morales en la creación, por cuanto esa función la cumplió Diego Rodríguez. Ante la indisponibilidad de Diego Arismendi, los medios de contención fueron "OJ" Morales y Roberto Brum.

En la primera mitad el ensayo salió bien en líneas generales, con Nacional monopolizando la pelota gracias a un buena presión, aunque errando muchos pases en el último tramo del campo. La preocupación debe centrarse en que, así como el equipo se para en campo rival, tiene algunos problemas de contención cuando a los volantes le ganan las espaldas.

Por la derecha, porque Martín Rodríguez aún no se afirma y, aunque estuvo atento en el juego aéreo, falló varias entregas propiciando incluso algún contragolpe peligroso. Y por la izquierda porque está claro que Domínguez tiene más vocación para atacar que para defender y cuando lo encaran son más las veces que lo pasan que las que él detiene a los rivales.

En cuanto a las individualidades, Rodrigo Muñoz confirmó que, más allá del buen momento de Leonardo Burián, será el titular cuando una vez que le den la oportunidad, lo que no ocurrirá en la última fecha del Apertura porque no estará habilitado a jugarla. La tranquilidad que transmite desde el arco es absoluta. Hace simple lo difícil, sin necesidad de recurrir a grandes desplazamientos. Todos sus movimientos son con gran naturalidad.

Mondaini jugó los segundos 45 minutos y demostró que tiene velocidad y movilidad, ya que apareció desbordando por ambas puntas y tuvo conexiones muy interesantes con Cazulo cuando ambos cayeron por la derecha, al poder seguirle el volante el ritmo gracias a su velocidad.

El Nacional 2009 ya camina, aunque todavía no corre.

Debutante

Rodrigo Muñoz.

El arquero custodió el arco tricolor durante los 90 minutos y lo hizo con gran solvencia, evitando al menos tres goles. Con él y Burián el puesto está bien cubierto.