"Nos ganamos el respeto por dar vuelta los partidos complicados"

PUERTO ORDAZ | DANIEL ROSA

El delantero no se podrá olvidar del 28 de enero. De tarde entró a Internet y vio que su nombre estaba entre los refuerzos del Palermo de Italia, aunque dice que no se lo han oficializado. En la noche, entró a la cancha del Comandante Cachamay de Puerto Ordaz y le hizo tres goles a Brasil -uno se lo invalidaron- luego que sus compañeros le hicieran "una especie de brujería" con los zapatos porque no estaba "fino" en las definiciones en el torneo. Era el delantero celeste cuyo brillo faltaba en el Sudamericano Sub 20. "La Joya" apareció y dio qué hablar.

- Uruguay le gana a Brasil con dos goles suyos y se oficializa su pase a Palermo de Italia. ¿El 28 de enero será un día inolvidable?

- Por supuesto, va a ser un día de esos que va a quedar guardado en los mejores momentos de uno. Primero porque hacerle dos goles a Brasil no es algo muy común y mucho menos que sirvan para ganar y después por lo que vos decías también, la posibilidad de transferencia que existe, aunque a mí en realidad no me han dicho todavía nada concreto, pero ya el hecho de que un equipo italiano se interese en uno es muy lindo.

- ¿Le dijeron algo si se va derecho luego del Sudamericano?

- No, ya te digo que a mí ni siquiera me dijeron que estaba hecho porque no hablaron conmigo. - ¿Cree que no se lo dijeron para que mantenga la cabeza metida en Uruguay?

- Seguramente sea por eso, porque cuando se empieza a hablar de un pase se corre el riesgo de que a uno se le vaya la cabeza del objetivo que tiene, que en este caso es ganar el Sudamericano, así que me parece lo más correcto.

- Me imagino que antes de entrar contra Brasil ya una idea tenía y no parece haberle pesado.

- Sí, porque había entrado en Internet y me había enterado de esa noticia, lo que me puso muy contento, pero cuando llegó la hora del partido dejé todo eso de lado y me enfoqué únicamente en Brasil.

- ¿Y qué pasa por su cabeza en estos momentos al saber que la ida a Europa está ahí nomás?

- Que ojalá se dé, pero la verdad es que no estoy muy ansioso porque si me tengo que quedar hasta mitad de año en Peñarol igual me gustaría, porque allí estoy muy a gusto, pero si llega a concretarse la posibilidad de ir a Palermo bienvenida sea porque evidentemente va a ser algo para mejorar.

- Cuando convirtió el primero festejó sacándose la mufa.

- Sí, al fin me había sacado la mufa. Los compañeros habían estado bromeando conmigo, porque antes del partido me habían hecho una especie de brujería con los zapatos y por suerte pude convertir.

- ¿Y el corte de pelo estilo mohicano también le hizo bien?

- Sí, ese fue el "Taba" (Viudez, que en ese momento pasaba por atrás de Abel para tomar el ascensor y comenzó a gritarle cosas que le arrancaron una sonrisa), que siempre está tramando algo nuevo. Es terrible.

- Él que ya está en el Milan, ¿le pasó algún pique de allá?

- No, me embromó un poco, tirándome algunas palabras en italiano y diciéndome del calcio, pero nada más. Yo ya estuve allá de vacaciones y algunas palabras también me aprendí. Creo que si tengo que ir a Italia no voy a tener ningún problema con el idioma, porque tampoco es tan complicado. Se parece bastante al nuestro.

- Se empieza la fase final contra Brasil. ¿Se le puede ganar dos veces seguidas?

- Creo que sí, aunque hay que ver que de aquí en más cambia todo porque los rivales son todos fuertes y capaz que en esta fase final están un poquito más metidos incluso en los partidos. Creo que al partido del otro día incluso Brasil no le dio tanta importancia al encuentro porque ya estaba clasificado y a partir de ahora todos los juegos van a ser decisivos.

- ¿Pero es consciente de que ellos van a venir heridos?

- Por supuesto, porque así como es muy lindo haber ganado como nosotros, de atrás y nada menos que contra Brasil, es muy feo para ellos que tienen el objetivo de salir campeones.

- ¿Qué le dijo Aguirre?

- Nada especial, porque en realidad ya me había hablado antes del partido. Me había anunciado que iba a jugar 45 minutos y que tenía que tratar de aprovecharlos. Me dijo que entrara tranquilo.

- ¿Se le ocurrió en algún momento que usted iba a ser decisivo para ganar ese partido?

- (Risas) Mirá, antes del partido los compañeros vinieron a embromarme por esta posibilidad de irme al Palermo y yo les dije: "esta noche voy a hacer dos goles, así que capaz que en vez de irme al Palermo me voy al Inter". Por suerte pude hacer esos dos goles que les prometí, porque si no me iban a pasar la factura.

- El primer gol fue de derecha. Sorprendió a todos.

- Me sorprendí hasta yo. Fue una jugada en la que desbordó el "Vasco" y yo no sabía si meterme al área o quedarme afuera. Me decidí por esto último, el "Vasco" me puso la pelota en el pie, la acomodé con la zurda y le pegué de derecha y por suerte entró. La verdad es que no es mi costumbre hacer goles de afuera del área y menos todavía de derecha.

- ¿Y el segundo?

- Fue un gran pase de Mauricio Pereyra, un jugador extraordinario que tiene una mira brillante, y me puso la pelota justa, así que no tuve que hacer otra cosa más que elegir el lugar para que el arquero no llegara.

- ¿Siente que este equipo de Uruguay está para ser campeón?

- Primero que nada para llegar al Mundial. Con el transcurso de los partidos veremos si nos da para ser campeones.

- ¿Siente que ya se ganaron un respeto?

- Sí, por supuesto, porque haber hecho 12 puntos en 12 es algo que debe preocuparle a cualquier rival. Creo que van a tener que abrir muy bien los ojos antes de enfrentarnos porque nos hemos ganado un respeto que creo nos merecemos dando vuelta tres partidos contra rivales complicados.