Peñarol no está de película, pero... "de eso no se habla"

JORGE SAVIA

El técnico y los jugadores están concentrados -a la vieja usanza, como hace 25 años, cuando las familias iban a visitarlos un par de horas cada cuatro o cinco días- desde casi hace una semana.

Ese Peñarol, bien al estilo de Julio Ribas, está allá, en Los Aromos, recluído, trabajando y, según "sospechan" -¿y, acaso, temen?- los dirigentes, justamente por conocer cuáles es el estilo y el pensamiento del entrenador, aprontándose "para que cuando se abran las puertas" de la concentración "salir a aplanar a Danubio".

El otro Peñarol, el de la dirigencia, sólo tiene una certeza con respecto al partido que los aurinegros jugarán mañana por la última fecha del Torneo Apertura: Ignacio Ithurralde jugará en Jardines del Hipódromo, en sustitución del suspendido Gerardo Alcoba.

Más allá de eso, entonces, los dos Peñarol se manejan "por señales", incluso públicas, sobre todo en cuanto al sensible tema de la forma de encarar ese encuentro, cuyo resultado podría llegar a contribuir para que Nacional sume un título más a su rica historia.

Es decir, ni el Consejo Directivo los consejeros unilateralmente adoptaron ninguna decisión que implique una posición institucional sobre el punto. Conciente del deseo de privacidad del entrenador, a la dirigencia ni se le ocurrió ir a hablar de eso a Los Aromos. De modo, pues, que la situación "se pilotea", o "se deja ir", mediante las expresiones de los dos polos de poder -político y deportivo- que gobiernan al club ahora: "Peñarol tiene que ganar siempre, a los hinchas no les servirá ningún resultado", dijo Juan Pedro Damiani, refiriéndose a que a la parcialidad -como a él- no le gustará que su cuadro ayude a Nacional a salir campeón, pero también que si no se ve una luz al final de túnel, puede entrar en erupción el volcán de bronca que ya hizo temblar la tierra "manya" la noche de la eliminación de la Copa; y Ribas ya declaró hace días que el objetivo es ganar el Uruguayo y que para eso -amén de que se apunte a conquistar el Torneo Clausura- cada punto que se sume para la Tabla Anual es muy valioso.

Por eso, Fernando Errico confesó que "yo no voy a gritar los goles", pero confirmó que "el técnico quiere ganar" y que "hay que ganar por la Anual; si esto fuera al final del Uruguayo, yo agarro a los jugadores inhabilitados y los pongo, pero a esta altura es otra cosa".

En en ese contexto, incluso, los dirigentes descartaron hablar con la "barra" para desalentar su concurrencia a Maroñas, en un partido que podría no ser indispensable su apoyo, y en el cual se puede correr el riesgo de que alguna "chispa", aunque aislada, desate el incendio de una sanción futura.

En suma: el lado visceral del Peñarol político, íntimamente piensa de una forma, pero -sinceramente, aunque le duela- actúa de otra. Por eso la realidad aurinegra quizá se refleje en el título de una película argentina de 1993, que protagonizaron Marcello Mastroianni y Luisina Brando: "De eso no se habla". Y con ese marco, conociendo a Ribas, los dirigentes sospechan que cuando se abran las puertas del largo encierro, el Peñarol que está en Los Aromos "saldrá a aplastar a Danubio".

El lunes habrá una reunión por Rodríguez

En Peñarol se estima que la incorporación de Braian Rodríguez puede abrocharse el próximo lunes, cuando el Dr. Jorge Campomar, Fernando Errico y Sergio Perrone se reúnan con Mario Estévez, el representante argentino del delantero de Tacuarembó, que viajará desde Buenos Aires expresamente con el citado propósito.

Perrone expresó que "las diferencias que hay se pueden arreglar sentándonos a conversar; y las dos partes quieren lo mismo, que el jugador venga a Peñarol, eso ayuda mucho".