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Enfoque por Edward Piñón
Sí, ya sé. En Inglaterra van a seguir pegándole a Luis Suárez porque se negó a saludar al francés Patrice Evra. Acá también hay unos cuantos que juzgarán al uruguayo por no haber entrado en el juego de la hipocresía que quieren imponer los ingleses. En ese reino de falsedad extrema, donde solo se habla y cuestiona el racismo cuando se refiere al color de la piel y no al país de origen.
Si lo hubiese saludado entraba en el mundo de la farsa. Se hacía parte de la infamia, de esa monstruosidad cometida contra el salteño porque lo juzgaron a partir de las simples declaraciones del francés.
De nada valieron sus argumentos y no hubo más investigación. Se la querían dar y se la dieron no más por algo que supuestamente pasó.
¿Cómo darle, entonces, la mano a alguien que mintió? ¿De qué manera se podía saludar al tipo que afectó la imagen personal, la de su familia y hasta lo perjudicó deportivamente? ¿Cómo hacer que nada pasó contra el tipo que le metió la mano en el bolsillo y nunca pidió disculpas?
Ahora escribirán más páginas de la dureza de Suárez (si lo hicieron con la mano ante Ghana) y se llenarán la boca con la falta de "fair play".
A lo mejor no fue lo políticamente correcto, sobre todo por el clima que se ha creado en su entorno, pero él sabe que no fue racista con Evra. Así que no fue hipócrita.
El País Deportivo
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