Caída estrepitosa del lema "Que se vayan todos"

El lema "que se vayan todos", que simbolizó el descontento social en la convulsionada Argentina de fines de 2001 y comienzos de 2002, quedó sepultado bajo una avalancha de votos en los comicios presidenciales del domingo, que tuvieron una participación cercana al 80% del electorado.

Ese comportamiento selló el fracaso del llamado a votar en blanco, abstenerse o impugnar la boleta electoral, propiciados por el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIDJ) y el Movimiento de Trabajadores Desocupados Teresa Vive.

De acuerdo a los cómputos oficiales, escrutadas 98,94% de las mesas electorales, el 97,29% de los votos fueron "positivos" y más del 80% de los ciudadanos empadronados cumplieron con la obligación de concurrir a las urnas.

El voto en blanco sólo concitó 0,89% de los sufragios, mientras que lo nulos alcanzaron 1,62% y los recurridos o impugnados 0,19%.

Se trató del menor porcentaje de votos en blanco de las últimas décadas, en las que ésta preferencia tuvo un comportamiento errático. En 1983 fue del 2,13%; en 1989 de 1,30%; en 1995 de 3,60% y en 1999 se ubicó en 3,57%.

El frustrado llamado a boicotear el comicio, por considerarlo una "farsa" en la que participaban "los políticos de siempre", demostró en forma patética la muerte del movimiento "que se vayan todos". Esa explosión de protesta contó con un apoyo masivo tanto en los meses previos como posteriores a la cruenta caída del presidente radical Fernando De la Rúa (1999-2001).

El fracaso del sector más radical del movimiento también se evidenció en los pocos manifestantes que reunió su convocatoria en el centro de la capital argentina para festejar el apoyo al voto en blanco.

Durante su apogeo, entre fines de 2001 y principios de 2002, el movimiento creció masivamente entre los pobres, desocupados y la clase media, y se nutrió del desprestigio de los dirigentes políticos y las instituciones.

Pero algunos sectores que formaron parte del embrión del "que se vayan todos", fueron abandonando sus posiciones más extremas. La agrupación piquetera Federación de Tierra y Vivienda (FTV), que lidera el diputado bonaerense Luis D Elía, por ejemplo, llamó a participar de las elecciones.

D Elía -quien disputará el 14 de setiembre la elección a gobernador de la populosa provincia de Buenos Aires- adelantó que en en el bolotaje apoyará al peronista Néstor Kirchner, quien resultó segundo detrás del ex presidente Carlos Menem.

"Ahora, con la segunda vuelta a la vista, entre la vida y la muerte no se duda", expresó el dirigente a la prensa. "Nadie puede apoyar a alquien que pretende sacar los tanques y el Ejército a las calles y que planea perseguir a los piqueteros", argumentó.

Menem hizo del combate al delito uno de los caballitos de batalla de su campaña electoral, en la que -entre otras cosas- prometió "saturar" al país de fuerzas de seguridad y advirtió que no permitirá el corte de rutas, clásica modalidad de lucha de los piqueteros.

Menem recibió el domingo el 24,34% de los sufragios y Kirchner 21,99, según datos oficiales después de haberse escrutado 98,94% de las mesas electorales. Ambos candidatos deberán disputar el 18 de mayo un balotaje ya que en la primera vuelta no reunieron el caudal necesario para resultar electos.

AFP