Febrero, un lunes, 7y30 de la ma�ana, caras de sue�o que no motivan la p�rdida de amabilidad que caracteriza a los andaluces, poco espacio, y un lento bajar desde el 6to, rumbo al comienzo de la jornada,
-BUENOS DIAS
-BUEN DIA YORUGUA, VENGA TIO QUE FRESQUILLO ESTE FEBRERO, CHAVAL.
- ES NORMAL, ES LA EPOCA, NO?
- VALE HIJO, VALE
Simplemente tuve dos reacciones emocionales: una la de pensar , menos mal que el clima existe, de lo contrario nueve de cada diez personas no sabr�an como iniciar una conversaci�n, y por otro el pensar que durante los �ltimos quince a�os a esta hora y en esta fecha lo que me resultaba normal era el calor de febrero, del carnaval, o el aplauso que cada d�a me hace m�s falta.
Jam�s har� una apolog�a de la emigraci�n, es m�s ,siempre te queda eso de no saber si agotaste todos los recursos antes de tomar una decisi�n, y te lo cuestionas. Y si bien te consuela el pensar que es m�s fuerte lo que viniste a buscar porque es por la educaci�n de quienes mas quer�s en la vida, tambi�n te pega fuerte enterarte aqu�, que lo que dejaste es parte de tu existencia, parte de lo que sos, de lo que te hacen sentir y te ayuda a mantener la adrenalina a mil cuando te quedan horas para subirte a concursar, eso es un febrero, acalorado por las opiniones diversas, tendenciosas, aburridas o puntuales, de los discrepantes hinchas, periodistas, abonados o seudo conocedores del tema ,como es com�n en un pa�s de tres millones de t�cnicos, cr�ticos, jueces, jurados. etc. O esos componentes con esas tontas y ef�meras rivalidades que se convierten en sonrisas cuando al otro a�o traducen al compa�erismo esos altercados por defender un mismo t�tulo, y con las equivocaciones de un mito viviente como Don Servando, o las pocas horas que nuestra cama nos acobija, porque los ojos rojos son el mejor s�ntoma de haber vivido una buena noche de febrero, o el cami�n que me significa el carnaval en su m�xima expresi�n, es el traslado de alegr�as y tristezas, del tiempo de distensi�n o lo contrario, de limar asperezas o motivarse para escribir una despedida, es la marcha, la marcha cami�n que te condiciona a saberte de una especie que somos para muchos: los carnavaleros, los eternos marginados de los lares del teatrero, los considerados del "arte menor�, y ojo ,que las comillas no las pongo yo, que con orgullo convocamos m�s en un mes que lo que convocan todos los espect�culos p�blicos sumados a lo largo del a�o.
La distancia me ha acercado a�n m�s a muchas cosas, a los que m�s amo y a lo que aqu� no tengo. Carnaval significa m�s que una fiesta popular. Cu�ntas veces prometimos no salir m�s y cu�ntas veces pudimos cumplir esas promesas....
Creo que hay escasas maneras de poder dejar de hacerlo y creo m�s, que hay una sola y dejaremos de hacer carnaval cuando Dios quiera,
Cuando Dios Momo quiera.
Lo lamento Jaime, m�s all� de la admiraci�n y el respeto que te tengo, para mi volver tiene sentido y tambi�n vivir all�, el sentido de volver a mis costumbres, y de vivir con los m�os.
Pero.... el viejo y querido "pero" con el que nos criamos. El que utilizamos los uruguayos generalmente para minimizar algo o alguien, y gracias a la distancia vir�s el sentido y ese "pero" lo acompas�s al "un d�a volver�", y ese "pero" toma un sentido y eso me lo prometo, porque amo el carnaval, porque se sufre, porque en mi febrero no hace fr�o.
Jorge Daniel Medina (M�laga, agosto de 2003)