La segadora de margaritas es la mayor bomba convencional que posee EEUU

WASHINGTON, Mar 14 (AFP) - La mayor bomba convencional que posee Estados Unidos, conocida como la segadora de margaritas, es una mole de 7 toneladas de peso, tan voluminosa que debe ser propulsada desde la cola de un avión de transporte C-130.

Para que sea eficaz, se debe realizar el lanzamiento desde una altitud mínima de 2.000 metros y con un paracaídas que haga más lento su descenso hasta el objetivo.

La temible BLU-82 está dotada de una sonda externa de un metro de longitud que provoca la detonación cuando el artefacto se encuentra a un metro del suelo, lo que permite reducir el efecto de cráter para potenciar la onda expansiva.

El proyectil, del tamaño de un pequeño automóvil, contiene 5,71 toneladas de explosivo GSX, que provoca una detonación equivalente a 68 veces la presión atmosférica.

El Pentágono afirma que la segadora de margaritas tiene un efecto destructor comparable al de 20 misiles de tipo SCUD.

Su costo es de 27.000 dólares la unidad. Durante la guerra de Vietnan, Estados Unidos recurrió a las BLU-82 para arrasar la selva y abrir zonas de aterrizaje para helicópteros de 85 metros de
diámetro. Posteriormente, en la guerra del Golfo de 1991, se usaron 11 bombas de ese tipo para limpiar campos minados y crear un efecto psicológico en las fuerzas iraquíes.

En áreas abiertas, su acción es particularmente devastadora cuando se la emplea contra fuerzas de infantería. Otros dos ejemplares de esa bomba fueron lanzados en Afganistán en octubre de 2001 para atacar posiciones defensivas de los talibanes y escondites de Al Qaida en cuevas de montaña.

Estados Unidos trabaja desde hace tiempo en producir un modelo incluso mayor. El nuevo artefacto se llamaría MOAB (Munición Masiva de Efecto Expansivo) y, según la cadena de televisión ABC, tendrá un poder de destrucción equivalente al de una detonación nuclear.
Como la segadora de margaritas, deberá ser lanzada desde un avión de carga militar C-130, pero con la diferencia de que podrá ser guiada mediante un satélite para alcanzar su objetivo.
La nueva bomba podrá destruir un centro de comando oculto en un búnker o en un túnel o una formación de blindados.

El jefe de la fuerza aérea, general John Jumpers, anunció que se está desarrollando una versión de 10,5 toneladas con potencia similar a una pequeña bomba nuclear. El objetivo sería el mismo: Generar una explosión impresionante, dijo Jumpers.