Los
super - bombarderos B - 52
El super-bombardero
B-52, pieza esencial del dispositivo de Estados Unidos en Vietnam y en
el conflicto del Golfo de 1991, vuelve al servicio para participar en
la ofensiva contra Irak, esta vez dotado de bombas guiadas por satélite.
Esas viejas
fortalezas volantes (Stratofortress), con más años que sus
pilotos, fueron utilizados por última vez en las campañas
militares en Afganistán, donde sembraron de bombas las posiciones
de los talibanes y brindaron apoyo a las tropas en tierra mediante armas
guiadas por satélite.
Ese modelo
entró en servicio en 1955 y la última versión de
la serie fue entregada a la fuerza aérea en 1962.
Cada aparato
cuesta 74 millones de dólares.La clave de su éxito es su
versatilidad. Puede encargarse de operar una gran variedad de armas del
arsenal estadounidense: bombas de gravedad, de racimo, misiles de precisión
y proyectiles con guía satelital.
El modelo
H puede transportar hasta 20 misiles crucero.El B-52 mide 48,5 metros
de longitud, posee un amplitud de ala de 56 metros y necesita una tripulación
de cinco hombres.Puede lanzar 31.500 kilos de explosivos, incluyendo armas
nucleares, dentro de un radio de acción de 14.000 kilómetros.
El bombardero
puede ser reaprovisionado de combustible en vuelo y alcanza una altitud
de 15.000 metros.
Durante la
Guerra del Golfo Pérsico de 1991, los B-52 lanzaron 40% de todas
las bombas utilizadas en el conflicto y fueron empleados para misiones
de bombardeos de arrasamiento.
La fuerza
aérea de Estados Unidos aún cuenta con 85 B-52 en servicio.
|