Jordania en problemas

La noticia de que el gobierno jordano autorizó a las tropas de la coalición el ingreso al territorio iraquí a través de su frontera ha sido como dinamita

Por Patricia Castro Obando
Enviada especial de El Comercio
Ammán

La primera duda que respondió el Ministro de Jordania, Ali Abu Al Ragheb, fue la que motivó la conferencia de prensa que el gobierno jordano organizó con prisa y preocupación. La pregunta todavía no había llegado al micrófono cuando el ministro habló fuerte y claro, ante 500 periodistas internacionales: "No hemos autorizado el ingreso de las tropas estadounidenses y británicas a través de nuestra frontera rumbo a Iraq. Han entrado por otro lugar", dijo.

Fuentes oficiales del gobierno iraquí declararon, tras los primeros bombardeos, que las fuerzas estadounidenses y británicas que tomaron los aeropuertos H2 y H3, penetraron al territorio iraquí cruzando la frontera de Karama, con el consentimiento del gobierno jordano.

El objetivo fue desmantelar las baterías de misiles Scud en los viejos aeropuertos, que apuntaban al corazón de Israel. Ambos se encuentran a pocos kilómetros del puesto fronterizo de Karama, en Jordania. La operación fue preparada por Estados Unidos, en coordinación con las autoridades jordanas y el régimen de Ariel Sharón, aseguran los medios árabes de información.

La versión ha corrido como una mecha prendida entre el pueblo jordano. Las manifestaciones de ayer y de hoy, espontáneas, de poca presencia pero violentas, podrían incrementarse con los días, a pesar de las restricciones para realizar marchas y protestas, que existe por ley en Jordania. "En el pasado hemos llegado a tener más de 500 manifestaciones al mes, ahora no llegan ni a 60". La confianza excesiva que pretendía demostrar el ministro, contrasta con la aparición del Rey Abdullah en la televisión jordana, dando un mensaje que intentaba calmar los ánimos de sus conciudadanos.

"No vamos a realizar ninguna acción que perjudique a nuestro hermano Irak", insistió el ministro hasta en cuatro oportunidades y volvió a responder lo mismo ante las preguntas que lo llevaban por el mismo precipicio.

El gobierno ha dicho a través de un comunicado público que "no dará cobertura ni apoyo logístico a las fuerzas de la coalición Estados Unidos-Gran Bretaña". Sin embargo, el ministro no pudo explicar con mejores argumentos, el incremento de los militares estadounidenses en la frontera jordana-iraquí. Tampoco, por dónde se supone que ingresaron las fuerzas extranjeras que tomaron los aeropuertos, si el puesto de Karama, está apenas a 70 kilómetros del primer objetivo.

"Los militares estadounidense que se encuentran en nuestro país, han venido con la única misión de enseñar a las tropas jordanas cómo se utilizan las baterías de misiles Patriot", insistió la autoridad. "Han llegado para defendernos no para atacar a nuestro hermano vecino", repitió ante las murmuraciones.
También aclaró que el gobierno de Jordania no ha recibido ninguna petición de Estados Unidos que lo obligue a cerrar la Embajada Iraquí en Ammán. "Nunca lo aceptaríamos", dijo el ministro. La última pregunta de la noche tuvo que ver con aquello que le produce dolor de cabeza al gobierno hachemita. "¿Cómo afectará a la economía de Jordania, la falta de petróleo que los camiones iraquíes traían cada semana?" El ministro dijo apenas algunas palabras. "No nos afectará. Tenemos reservas". Agradeció la presencia de la prensa extranjera e intempestivamente, cerró la conferencia.