Donde
el agua vale más que el dinero
Por Elisabetta
Piqué
Enviada especial
PUESTO DE POLICIA DE UMM QASR, en la frontera Kuwait-Irak.- "Water",
agua. Es una de las pocas palabras en inglés que saben aquí
los chicos, en el sur de Irak. "Water" es lo primero que le
piden a un occidental. No quieren "bashisch" -propina- o "dollars",
como tradicionalmente reclaman los chicos de países pobres: sólo
agua. El que no sabe decirlo en inglés lo hace con gestos, llevándose
el pulgar a la boca una y otra vez.
.
La escasez de agua debido a la falta de infraestructura, la sequía
y la desertificación siempre fueron un drama en el sur de Irak.
Y resulta lógico que ahora, con la guerra, la escasez haya degenerado
en emergencia humanitaria. Al suspenderse el programa "petróleo
por alimentos", que permitía que pese al embargo llegaran
bienes de primera necesidad, como cisternas de agua, ahora se está
rozando la catástrofe.
.
Sobre todo en Basora, la segunda ciudad iraquí después de
Bagdad y a sólo 50 kilómetros de este puesto, donde sus
casi dos millones de habitantes están sin luz y sin agua desde
hace tres días.
.
La falta de agua, según advierten las agencias humanitarias que
se están movilizando para enfrentar este nuevo drama -que golpea
sobre todo a los chicos-, puede provocar epidemias. Al parecer, habría
al menos 100.000 niños de menos de cinco años bajo riesgo
de contraer cólera, disentería y fiebre tifoidea.
.
"Por ahora el problema no es el alimento, sino el agua. Aunque el
Comité Internacional de la Cruz Roja, que está en Basora,
logró restablecer el 40% del suministro, se trata de agua de río,
que ayuda, pero no es potable. El sistema hídrico es viejo y la
situación es muy complicada", dijo a LA NACION Antonia Paradela,
vocero en Kuwait del Programa Mundial de Alimentos (World Food Program)
de la ONU.
.
"Básicamente sabemos que todavía hay alimentos en la
ciudad, porque la gente tiene sus raciones y los mercados funcionan, pero
la preocupación es que la gente se enferme: la desnutrición
puede ser causada también por enfermerdades intestinales como la
diarrea -explicó-. La ONU estaba previendo esta emergencia, y Unicef,
por ejemplo, tiene tanques de agua listos para entrar, pero la situación
es demasiado peligrosa."
.
En Basora, en efecto, siguen los combates, y la situación es totalmente
confusa. La resistencia de los iraquíes tomó por sorpresa
a las fuerzas aliadas -que pensaban que el único problema iba a
ser Bagdad-, y para evitar el conflicto urbano los británicos decidieron
convertirla en un objetivo militar, lo que implica la entrada en la ciudad.
El fin de este cambio de estrategia, según dijeron, es asegurar
la llegada de ayuda humanitaria a la población. Esta comenzará
a llegar por el puerto de Um Qasr, a pocos kilómetros de aquí,
que finalmente ayer logró ser controlado por las fuerzas británicas
después de una durísima batalla cuyo fragor todavía
se percibe en el aire enrarecido. En 48 horas debería comenzar
desde allí la operación humanitaria, y para ello trascendió
que los aliados están utilizando lobos marinos y delfines para
detectar los explosivos que pueden haber dejado en la estación
marítima.
.
Los refugiados
.
Mientras aumenta la preocupación por la existencia de al menos
3000 desplazados internos -pudimos ver varias camionetas destartaladas
con familias enteras, muebles y colchones en las cajas, escapando de las
bombas y la falta de agua-, las agencias humanitarias calculan que la
guerra puede provocar entre 600.000 y un millón y medio de refugiados.
.
Ante la emergencia, Kuwait, el vecino del sur que no se olvida ni perdona
la invasión perpetrada por Saddam en agosto del 90, se manifestó
dispuesto a ayudar, pero sólo si los refugiados se quedan en sus
casas. Kuwait anunció desde hace tiempo que no abrirá sus
fronteras a los refugiados. En este país, sin embargo, hay varios
organismos humanitarios, como por ejemplo la media luna roja, que tienen
listas 45.000 bolsas de comida con agua, azúcar, leche, queso y
pan, junto a cajas de productos de primera necesidad.
.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU, por su parte, tiene en la
frontera con Irán, Turquía y Jordania 32.000 toneladas de
alimentos, para abastecer a un millón de personas por cuatro semanas.
"Esto sirve para responder a las necesidades inmediatas de aquellos
que decidan abandonar el país y quieran dejar sus hogares",
explicó Paradela.
.
Más allá de la reacción de las agencias humanitarias,
la sensación es que si las tropas estadounidenses y británicas
hubieran irrumpido en el sur de Irak con cajas de agua, comida y cigarrillos,
la población -sedienta y hambreada desde hace años- quizá
les habría dado una mejor bienvenida a las fuerzas de la coalición.
.
|