Estados Unidos quiere instaurar la democracia, los árabes temen el caos

Por Randa Habib

AMMAN, Mar 14 (AFP) - Mientras que Estados Unidos asegura en voz alta que el derrocamiento del régimen de Saddam Hussein traerá la democracia a Medio Oriente, para muchos árabes por el contrario esta guerra podría sembrar el caos.

Las declaraciones del presidente norteamericano George W. Bush y de su secretario de Estado Colin Powell sobre la instauración de una democracia en Irak que serviría de ejemplo y de inspiración a los otros países de la región, fueron recibidas con escepticismo en el mundo árabe.

La democracia es evolucionista y no se concreta en un día, sobre todo a través de una intervención militar, declaró el ministro jordano de Relaciones Exteriores, Marwan Moasher.

Consultados por la AFP, responsables y analistas políticos estimaron que una guerra contra Irak no constituirá el inicio de una democratización de la región, sino, por el contrario, desencadenará una ola de inestabilidad.

Un responsable árabe destacó una contradicción: "La democracia es la regla de la mayoría, y aplicarla significará que los extremistas islámicos se harán con el poder, algo que por supuesto Washington no desea. Esta mayoría islamista reaccionará en forma violenta contra una intervención militar norteamericana en Irak, percibida como el inicio de un colonialismo estadounidense en la región", dijo este responsable que pidió permanecer en el anonimato.

"Es el caos y no la democratización lo que aguarda a la región", advirtió. Por su parte, el jefe de la diplomacia jordana estimó que si para Estados Unidos se trata de inyectar una democracia por la fuerza, como algunos en la administración estadounidense lo sugieren, eso no va a funcionar, porque es contrario el orden nacional de las cosas.

"La democracia no es sólo una serie de leyes sino una cultura, y las culturas necesitan tiempo para evolucionar", agregó. La mayoría de los regímenes autoritarios en el mundo árabe fueron y continúan siendo apoyados por Washington, que cerró los ojos ante los abusos y las violaciones de los derechos humanos en los países árabes o en Israel, subrayó otro analista.

"Que Estados Unidos esté de repente interesado en democratizar esos países nos deja escépticos", declaró este analista, que también pidió permanecer en el anonimato.

El sentimiento antinorteamericano en el mundo árabe está motivado sobre todo por la política proisraelí de ese país, pero también por el apoyo de Estados Unidos a regímenes que violaron los derechos humanos más elementales de sus pueblos, afirmó un analista que no quiso ser identificado.

Realizando declaraciones sobre la democracia que sugieren una intervención artificial, Washington está provocando el alejamiento tanto de que los que quieren mantener el status quo como de aquellos que son serios en su voluntad de democratizar, y que corren el riesgo de aparecer más bien como promotores
de los intereses norteamericanos que de los de su propio pueblo, dijo Moasher.

El ministro jordano de Relaciones Exteriores invitó a Estados Unidos a ayudar al mundo árabe en su proceso de democratización en el marco de una espíritu de asociación y no por la fuerza.

El secretario de Estado norteamericano Colin Powell había anunciado una iniciativa norteamericana que se concentrará en tres pilares prioritarios: las reformas económicas, la apertura política y social (en particular para las mujeres) y la educación.

Demasiados habitantes de Medio Oriente todavía son gobernados por sistemas cerrados, había señalado Powell.