La
guerra contra Irak fue planeada antes de la llegada de Bush a la Casa
Blanca
La
idea de iniciar una guerra contra Irak para derrocar a Saddam Hussein
es un proyecto que se discute en Washington desde antes de la llegada
de George W. Bush a la Casa Blanca.
Decepcionados
por la decisión de Bush padre de no marchar sobre Bagdad como corolario
de la liberación de Kuwait en 1991, gran parte de la administración
estadounidense reclama desde entonces un ataque a Irak para forzar un
cambio de régimen.
Durante la
guerra del Golfo, algunos integrantes del ala más moderada del
gobierno, entre ellos el actual secretario de Estado, Colin Powell, por
entonces jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas, convencieron a
Bush padre de limitar las acciones a la expulsión de los iraquíes
de Kuwait.
La llegada
del demócrata Bill Clinton a la Casa Blanca, en 1992, congeló
por ocho años los planes bélicos de los halcones, concentrados
más bien en el Partido Republicano.
Pero el proyecto
continuó sumando apoyos en el círculo neo-conservador de
Estados Unidos, hoy el más cercano del entorno del actual presidente.
El 26 de
enero de 1998, 18 líderes republicanos solicitaron al entonces
presidente Clinton la reconsideración de la estrategia con relación
a Irak.
En una carta
recomendaron la adopción de una estrategia que, por sobre todo,
tenga por objetivo sacar del poder a Saddam Hussein por considerar que
era la mejor medida para garantizar los intereses estadounidenses, y de
sus amigos y aliados a través del mundo.
La seguridad
mundial durante la primera parte del siglo XXI será determinada
en gran medida por la manera en que enfrentemos esta amenaza, estimaron
en ese momento, cuando todavía faltaban tres años para la
llegada de George W. Bush a la Casa Blanca.
En aquella
carta se destacaba la conveniencia de que la guerra contara con el respaldo
de las Naciones Unidas.
Entre los
que firmaron la misiva se encontraban el actual secretario de Defensa,
Donald Rumsfeld, su actual brazo derecho, Paul Wolfowitz, y el consejero
del Pentágono, Richard Perle.
En la lista
también figuraban los actuales los subsecretarios de Estado, John
Bolton y Paula Dobrinasky, el emisario del presiente Bush a Irak, Zalmay
Khalilzad, el consejero presidencial para Oriente Medio, Elliott Abrams,
y el actual representante de Comercio, Robert Zoellick. AFP
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