|
|||||||||||||||||||||||
|
||||
Tony Blair, un animal político aparentemente inquebrantable
A punto de cumplir 50 años, la determinación del primer ministro británico Tony Blair en la cuestión iraquí ilustra su imagen de animal político aparentemente inquebrantable, pese a la oposición parlamentaria y amenazas de renuncia de miembros de su gobierno. Nacido el
6 de mayo de 1953 en Escocia, donde fue educado en un prestigioso colegio,
casado con una abogada voluntaria, Cherie, y padre sin problemas de cuatro
niños, Tony Blair, electo por el partido Laborista desde 1983 en
Sedgefield, en el norte de Inglaterra, apenas permite vislumbrar el hombre
que Dueño de una personalidad compleja y a veces ambivalente, señalado con frecuencia como el que quiere complacer a todo el mundo, este hijo de una familia más bien burguesa y francamente conservadora, convertido en elsalvador de la izquierda británica, está decidido a dejar su huella en la Historia. Anglicano practicante que a menudo da la impresión de sentirse dueño de una misión, Blair prometió desde su llegada al poder, en 1997, que su país se convertiría en un faro para la humanidad, y aseguró querer imprimir su marca al gobierno por mil años. Tony Blair todavía decía recientemente en referencia a la crisis iraquí: "Es necesario saber ser impopular cuando las decisiones se imponen". Y agregaba: "Aprendí una cosa en este puesto (de Primer ministro): intentar hacer todo lo que debía ser hecho. Dejemos ir y venir los juicios de todos los días; estemos listos para ser juzgados por la historia". Blair demostró esta convicción en la cuestión norirlandesa, donde su determinación ya le permitió conseguir un acuerdo de paz en abril de 1998, o aún defendiendo el ingreso de Gran Bretaña en el euro frente a una prensa en su mayoría opuesta a esa postura. Este abogado
de formación, verborrágico y de sonrisa fácil, no
duda en recurrir a los valores morales para obtener la adhesión
del público. Un argumento que había funcionado para la guerra
en Kosovo pero que hoy en día no parece convencer a los británicos,
que en su gran mayoría se oponen a Su poder de persuasión también parece debilitarse ante los diputados laboristas, ya que una cuarta parte de ellos se pronunció contra la guerra. Incluso una ministra, Clare Short, amenazó con renunciar. Irak desencadenó la furia de una parte de los laboristas que ya no se reconoce en la política del llamado New Labour, cada vez más alejada de los ideales del partido. Tony Blair
perdió contacto con el público, estimaban recientemente
responsables sindicales, principales proveedores de fondos del laborismo.
A la etiqueta laborista, Tony Blair prefiere el adjetivo radical, Y quizás ese es el papel del líder del New Labour, el hombre que adhirió en 1975 a un partido Laborista ahogado en sus querellas internas y del cual tomó las riendas en 1994 para modernizarlo por la fuerza y convertirlo en el instrumento de su llegada al poder en 1997. Desde entonces, Tony Blair abrió las puertas del Laborismo a los dueños de la industria y su partido fue salpicado por escándalos en torno a su financiación. Pero lo que más sorprende es su fidelidad al muy conservador presidente norteamericano George W. Bush, que le vale regularmente el sobrenombre de caniche de Estados Unidos por parte de la izquierda. Tony Blair afirma que garantiza el puente entre Europa y Estados Unidos. Una tarea difícil que lo fragiliza y pone en juego su carrera hoy en día, ya que su popularidad se desploma. Un ministro cercano al líder laborista, John Reid, lo reconoció: "Es un gran desafío para Tony Blair", dijo. AFP |
||||
|