|
|||||||||||||||||||||||
|
||||
EE.UU. pierde apoyo entre países árabes LA NACION / GDA Luego de que Siria desafiara el miércoles 2 de abril a Washington al exigir el retiro de las tropas norteamericanas de Irak, otros países de la región han comenzado a distanciarse de los Estados Unidos. En varios de ellos, incluso, crece el temor a un resurgimiento de organizaciones extremistas islámicas. "Con el prolongamiento de la guerra y la poderosa resistencia iraquí que se está manifestando, la posición árabe cambiará e inclusive esos Estados asumirán una posición decididamente contraria a la actual", pronosticó el secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, en declaraciones hechas al diario internacional árabe Al Sharq al Awsat, aunque sin precisar a qué países se refería. El secretario general añadió que si todos los países árabes hubiesen estado unidos desde un principio, la guerra no habría estallado. "Es necesario confesarlo, están desunidos, y su desmembramiento vuelve muy difícil a la posición de la Liga", señaló. El vicepresidente sirio, Zuhair Masharqa, había reiterado la oposición de Damasco a la guerra en Irak, al subrayar que "con ella se busca controlar el petróleo iraquí y dibujar el mapa de la región según los intereses de Israel, Estados Unidos y Gran Bretaña". A la tensión entre Damasco y Washington se sumó el marte 1 de abril a Israel, que acusó a Siria de ser aliada militar de Irak, de acumular misiles y armas químicas iraquíes y de dar apoyo a los grupos terroristas. El ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, declaró que su país, junto a Estados Unidos, considera "muy, muy grave" el apoyo sirio al régimen de Saddam Hussein, junto a los comentarios del presidente de Siria, Bashar Assad, sobre que no es posible ninguna paz con Israel. Irán, en tanto, que junto a Siria fue puesto en la mira del Pentágono por brindar presunta ayuda bélica a Irak, ya anunció que "no apoyará" un gobierno iraquí instalado por Estados Unidos, según declaró el canciller Kamal Kharazi, que añadió que "el pueblo iraquí nunca sucumbirá a un régimen impuesto por extranjeros, sin importar qué tan descontentos estén con su gobierno". Fundamentalismo En medio de una creciente ola de sentimiento antiestadounidense por la invasión a Irak, los fundamentalistas islámicos están aprovechando la guerra para proponer atentados contra objetivos norteamericanos. En Egipto, la organización clandestina La Hermandad Musulmana, que quiere transformar el país en un Estado islámico, ha ganado adeptos en El Cairo durante multitudinarias protestas contra Estados Unidos. Anteayer, el propio presidente egipcio, Hosni Mubarak, advirtió que en vez de luchar contra "un Osama Ben Laden", Estados Unidos deberá enfrentar a "cien" similares. Por su parte, el gobierno de Yemen - que se ha opuesto resueltamente a la ofensiva contra Irak- advirtió que la guerra puede llevar a la región a la devastación y un aumento del terrorismo, mientras que el primer ministro designado para formar el nuevo gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmmoud Abas (Abu Mazen), criticó ayer duramente la "destructiva guerra" emprendida por la Casa Blanca. En tanto, las autoridades jordanas impidieron recientemente dos ataques terroristas, entre ellos uno de diplomáticos iraquíes que presuntamente planeaban contaminar un sistema de agua que utilizan por igual poblaciones locales y fuerzas estadounidenses acampadas en el desierto jordano. El segundo -en el que cuatro iraquíes fueron detenidos- fue un plan para detonar una carga explosiva en el Hotel Hyatt de Amman, donde en estos días se alojan unos 300 periodistas occidentales. Agencias EFE, AFP y ANSA |
||||
|