El problema de Kuwait

El país que está proporcionando el terreno para llevar a cabo la invasión que dirige Estados Unidos sobre Irak siente, agudamente, su aislamiento del resto del mundo árabe, donde el sentir antiestadounidenses y en favor de Saddam Hussein (el Presidente iraquí) se escucha en las calles y en las ondas radiales.

Temerosos de ser catalogados como traidores del islam, los kuwaitíes están tomando medidas enfocadas a mejorar su imagen en la región, así como para sentirse mejor en el proceso.

Una vociferante multitud de más de mil hombres y mujeres, vestidos con las túnicas tradicionales o con pantalones vaqueros y anteojos para el sol, se reunieron en el Golfo Pérsico por la noche de este jueves. Escucharon poesía patriótica, entonaron cantos de Kuwait, y lanzaron consignas prokuwaitíes y de
"Dios es grande".

Estos países que están opuestos a Kuwait deberían entender que el pueblo kuwaití está con el pueblo de Irak , dijo Abdul Rahman al-Humaidan a la muchedumbre. Humaidan es el director de la Asociación Kuwaití de Abogados, la cual organizó el mitin y lo publicitó vía mensajes masivos de texto en teléfonos celulares.

Muchos de estos países -otras naciones musulmanas- pudieran no estarse molestando mucho con respecto a Kuwait, pero los kuwaitíes siguen estando preocupados. Toman la inclinación en favor de Irak, de manifestaciones en masa y la televisión árabe por satélite, como afrentas directas a su país, el cual
fue ocupado por Irak en 1990.

"Muchos afirman ser hermanos, pero cuando hacen falta, son muy pocos", declaraba una pancarta que pendía de la bandera roja, verde y negra de Kuwait.

El acaudalado emirato apoya hospitales y proyectos culturales en muchos Estados árabes más pobres. Con todo, muchos kuwaitíes afirman que su país aún sufre de una reputación en otros países como pretencioso y avaro.

"Creo que han estado celosos durante mucho tiempo porque nosotros tenemos libertad y podemos decir lo que deseemos", opinó Shuaa Al-Otaipi, de 28 años de edad, empleado de seguridad social quien llevaba puesto un retrato del Emir de Kuwait, el Jeque Jabbar al-Ahmed al-Sabah, en un medallón en torno a su cuello. "Vivimos en el lujo aquí en Kuwait, y ellos están celosos del mismo modo que una mujer siente celos de otra".

Sin embargo, la impaciencia de Kuwait por expandir sus operaciones humanitarias hacia Irak es innegable. El gobierno está suministrando 600,000 galones de agua al día a la ciudad protuaria de Umm Qsar mediante un ducto construido por ingenieros británicos. De igual forma, ha efectuado varios
viajes a Irak para lanzar paquetes de ayuda, adelantándose a la mayoría de la comunidad internacional.

Las reparticiones de alimento por parte de la sociedad la Medialuna Roja de Kuwait estuvieron cerca de convertise en disturbios, con cientos de iraquíes atracando los camiones de ayuda en Safwán. Algunos iraquíes se llevaron suficiente comida en carretillas para una familia de 30, en tanto que otros se
fueron con las manos vacías.

La Medialuna Roja, que tiene nexos gubernamentales, reconoció que la operación fue mal planeada y desde entonces pospuso visitas posteriores, por el momento. La mayor parte de los grupos humanitarios aún no han ingresado a Irak debido a la escasa seguridad, y algunos trabajadores de ayuda humanitaria
sintieron que las donaciones kuwaitíes tuvieron motivaciones relativas a buscar una imagen mejor, así como por generosidad.

Cualesquiera que sean los motivos, el gobierno se ha esmerado por transmitir su mensaje de buena voluntad hacia Irak, en particular a los cientos de periodistas internacionales que están llenando los hoteles de la ciudad.

El miércoles 2 de abril, el ministerio de Información invitó a periodistas de países tan remotos como Rusia, la India, Japón y Alemania a recorer el puerto de Shuwaikh y visitar una panadería que estaba horneando pan para brindar ayuda a Irak. El recorrido por la panadería fue cancelado inexplicablemente, de forma que la prensa descendió ansiosamente sobre el puerto para enterarse de operaciones humanitarias que, presuntamente, pasan a través de sus aguas.

Uno a uno, los reporteros le pidieron al Capitán Tawfiq Shehab explicar la participación de Shuwaikh en operaciones de ayuda, y uno a uno obtuvieron su respuesta: "Hasta ahora, no hemos recibido ninguna petición", dijo Shehab.

"Pero, si llega a presentarse alguna, estamos listos para brindar ayuda". Posteriormente, el cuerpo de prensa fue escoltado hasta una sala de conferencias en la Autoridad Portuaria, donde un integrante de la familia real no proporcionó información adicional y tampoco dio señales de que el puerto llegaría alguna vez a ser una estación de paso para ayuda dirigida a Irak. No obstante, repitió el mensaje sobre la amistad de Kuwait.

"Ahora, esperamos ayudar a nuestros amigos del norte en todo lo que sea posible", declaró el Jeque Sabah al-Ali al-Sabah, el director general de la Autoridad Portuaria d Kuwait, el cual agregó que un "amigo necesitado es de hecho un amigo".

Muchos kuwaitíes creen que al apoyar la expulsión de Saddam, se convierten en un mejor amigo de Irak que sus vecinos.

"Después de que el sol de la libertad ascienda sobre el Irak herido", leía una declaración escrita por parte de los organizadores de la congregación efectuada por la noche del jueves 3 de abril, "el pueblo iraquí responsabilizará a todos estos gobiernos, personas y canales satelitales por su participación en... el
ocultamiento de la conciencia árabe".

THE NEW YORK TIMES