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Líderes latinoamericanos y ONGs critican el PlanDespués de diez años de reflexión y nueve días de negociaciones, los responsables del mundo no supieron conciliar sus intereses y el Plan de acción que saldrá de la cumbre de Johannesburgo decepcionó a organizaciones no gubernamentales (ONGs) y a muchos líderes políticos porque no servirá para erradicar la pobreza ni salvar el planeta. "¡Cómo son diferentes los discursos y la acción!. Quienes se erigen en líderes de la lucha ambiental son los mayores contaminadores y no están dispuestos a suscribir compromisos fundamentales para la supervivencia de la tierra ni a mantener los niveles oficiales de la ayuda pública al desarrollo", lamentó este martes el presidente ecuatoriano Gustavo Noboa, en una clara alusión a Estados Unidos, que se niega a ratificar el protocolo de Kyoto sobre gases de efecto invernadero. Precisamente uno de los pocos resultados de esta conferencia se refiere al protocolo de Kyoto: El ministro ruso Mijail Kassianov anunció este martes ante más de 100 jefes de Estado y gobierno del mundo entero que su país se prepara para ratificar el texto "en un futuro muy cercano", lo cual garantiza su aplicación. La segunda y última victoria de la cumbre de Johannesburgo fue el compromiso de reducir a la mitad el número de personas que no tienen una correcta distribución y canalización de agua potable, que llega a 2.400 millones de personas según la ONU. Sin embargo, cuestiones como la energía tuvieron menos suerte ya que no se pudieron fijar metas concretas para aumentar el porcentaje de fuentes renovables y los objetivos serán voluntarios y regionales. "Nos vamos frustrados", resumía este martes al respecto el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, cuyo país impulsó una iniciativa latinoamericana para llegar al 10% de fuentes de energías renovables en el 2010. Tampoco se avanzó un ápice en la eliminación de los subsidios agrícolas o la apertura de los mercados, esenciales para que los países en vías de desarrollo salgan de la pobreza. El Plan de acción de Johannesburgo reafirma los compromisos adoptados en la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) del pasado noviembre en Doha donde se previó negociar en los próximos tres años (2002-2004) la reducción progresiva de las subvenciones pero sin fijar metas concretas. "Los pobres necesitamos otro tipo de cumbres para lograr nuestros objetivos", declaró el presidente venezolano Hugo Chávez. Según las organizaciones no gubernamentales, el plan de acción que saldrá de Johannesburgo se opone a las declaraciones que realizaron desde el lunes los jefes de Estado y gobierno de los cinco continentes, presentes en Johannesburgo para la fase final de negociaciones. "La cumbre de Johannesburgo pasará a la historia como una ocasión perdida de dar energía a 2.000 millones de personas, de iniciar la revolución de las energías renovables que necesitamos para proteger el clima", consideraron las ONGs Greenpeace, WWF y Oxfam. Para disminuir el sentimiento de fracaso, la Unión Europea, que propuso que en el 2010 un 15% de energía debía proceder de fuentes renovables, anunció que va a liderar una "coalición de buena voluntad con otros países para fijarse unas metas al respecto". América Latina apoyará la iniciativa. "El mundo necesita nuestro oxígeno pero eso tiene un costo. Hasta ahora el primer mundo nos dice: cuiden de los bosques y muéranse de hambre", denunció Noboa. Los dos documentos que serán firmados en Johannesburgo, el plan de acción y la declaración política, piden a los países "hacer esfuerzos concretos" para conceder el 0,7% de su Producto Interno Bruto (PIB) a la ayuda pública al desarrollo (APD), objetivo marcado hace diez años. "Incluso en Río fuimos más concretos ya que se fijó un plazo de diez años para lograrlo aunque luego no se cumpliera", lamentaron las ONGs, que explican que los países del norte conceden seis veces más de subvenciones a su agricultura que a APD (311.000 y 55.000 millones de dólares en 2001, respectivamente. "El orden económico y político impuesto por los poderosos es injusto e insostenible, heredero del colonialismo y fruto de un imperialismo que privilegia a países que se desarrollaron sobre la sangre y el sudor del resto de los pueblos del planeta", aseguró tajante el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque. AFP |
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