El vicepresidente de Cuba, Carlos Lage Dávila,
y el presidente de Bolivia, Evo Morales, participaron
ayer en distintos actos en los que defendieron la integración
de los pueblos latinoamericanos y expusieron argumentos
en contra de la intervención de Estados Unidos
en la región. El Pit-Cnt y la Federación
de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) convocaron
al acto de solidaridad con la revolución cubana
en el Paraninfo de la Universidad de la República.
Los concurrentes aplaudieron fervorosamente al vicepresidente
cubano cuando transmitió "un saludo y un
abrazo revolucionario del compañero Fidel",
de quien dijo que se recupera.
En un discurso en el que sobresalieron críticas
contra Estados Unidos, Lage afirmó que el presidente
George W. Bush debe renunciar, ya que "no sólo
el pueblo norteamericano tiene razón cuando en
su gran mayoría lo exige, sino también
todos los pueblos debemos exigirlo". Agregó
además que "el gobierno de Estados Unidos
no está en guerra contra el terrorismo, está
en guerra contra el mundo".
El vicepresidente cubano también hizo alusión
al bloqueo norteamericano a la isla y estimó
que los daños económicos se calculan en
US$ 86.000 millones.
"Cuba envía médicos al mundo a curar;
Estados Unidos, soldados a matar. Cuba salva vidas,
devuelve la vista; Estados Unidos, secuestra, tortura,
humilla...Cuba abre sus universidades y sus casas para
que decenas de miles de jóvenes estudien. Estados
Unidos levanta muros, caza inmigrantes y roba el patrimonio
cultural del mundo", remató Lage.
Del acto de solidaridad con la revolución cubana,
participaron el rector Rodrigo Arocena y los ministros
Mariano Arana, José Díaz y Jorge Brovetto,
además del senador del Partido Comunista, Eduardo
Lorier, y el secretario general del Partido Socialista,
Eduardo Fernández.
Arocena agradeció la oportunidad que brinda
Cuba a los estudiantes universitarios de estudiar en
la isla, y además abogó por una inmigración
"sin muros".
Desde la FEUU destacaron la figura de Fidel Castro
y criticaron el "imperialismo" y el bloqueo
comercial a Cuba.
EVO MORALES. En tanto, el presidente boliviano
abogó por "la unidad respetando la diversidad"
de los pueblos de América Latina y agradeció
el apoyo que recibió su gestión de los
gobiernos de Venezuela y Cuba. En un discurso en el
Salón Azul de la Intendencia de Montevideo, y
tras recibir las llaves de la ciudad de manos del intendente
Ricardo Ehrlich, Morales expresó lo que considera
debe ser el principio de las relaciones entre los ciudadanos
del continente: "No robar, no mentir y no ser flojo".
Manifestó que "los movimientos sociales
pueden asegurar la verdadera unidad sudamericana"
y que el aporte de la sociedad indígena se encuentra
en el cuidado al medioambiente.
"El problema energético nos obliga a unirnos
para beneficiar al pueblo", exclamó Morales,
después de afirmar que los entes energéticos
no deben estar en manos de empresas transnacionales.
Aprovechó la ocasión y enumeró
algunos "actos de solidaridad" de los presidentes
Hugo Chávez y Fidel Castro. Entre ellos, la instalación
de diez centros oftalmológicos en suelo boliviano
que permitió operar gratuitamente, según
dijo, a más de 40.000 personas.
Evo Morales interrumpido en discurso
Un llamativo episodio ocurrió en la ceremonia
de la que participó Evo Morales. Fue interrumpido
en su discurso por el maestro de ceremonia de la Intendencia
de Montevideo a pedido del embajador de Bolivia, Marcelo
Janko, y del presidente de la Comisión Nacional
de Organizaciones Sociales (Conosur), que organizó
el acto, Julio Faravelli. Morales debía sólo
agradecer la entrega de las llaves de Montevideo, pero
continuó hablando, lo que irritó a su
comitiva. Janko y Faravelli ordenaron al maestro de
ceremonia que interrumpiera a Morales y que, para continuar
con lo previsto, recibiera a un grupo de niños
de la escuela República de Bolivia que le iban
a entregar un mate. Los gritos y abucheos de la gente
que colmaba el recinto fueron tan grandes que, tras
recibir a los escolares, Morales siguió hablando.
Seguridad cubana
Los organizadores del acto en la Universidad de la
República dispusieron de un fuerte dispositivo
de seguridad. Una vez iniciados los discursos, nadie
podía pasar al Paraninfo. Integrantes del Pit-Cnt
y de la Federación de Estudiantes Universitarios
del Uruguay (FEUU) se apostaron en todas las puertas.
Sin embargo, la última palabra la tenían
miembros de la seguridad de la delegación cubana,
a quienes se les consultaba si permitían el ingreso.
También eran cubanos algunos de los que revisaban
los bolsos a la entrada.
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