Tras los encuentros protocolares, los mandatarios y
sus esposas encontraron momentos de distensión
para visitar
distintos puntos de la ciudad de Montevideo.
Incluso, algunos de ellos salieron de compras por los
negocios de la Ciudad Vieja.
Mientras, Montevideo vivió uno de los dispositivos
de seguridad más férreos que se recuerde,
con vallados en distintas zonas de la ciudad.
La XVI Cumbre Iberoamericana ya forma parte del recuerdo
de los uruguayos.
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