Campeón con clase

Nacional volvió a vencer a Danubio 2 a 1 y obtuvo el Tricampeonato Uruguayo que no lograba desde 1971 para felicidad de sus parciales, que lo merecieron más que nadie. En partido de nivel inferior al de Jardines, fue más en el primer tiempo que Danubio y pese al gol de Perrone, que igualó 1 a 1, mantuvo el empate hasta que hizo hermoso segundo tanto que aseguró la victoria.

Desde el comienzo, Nacional dominó el trámite y llevó la iniciativa pero no creó jugadas de riesgo para Bordad porque falló en el último pase. Errores de Munúa provocaron un penal a favor de Danubio cuando nada había hecho.

El arquero enmendó su yerro al contener con su pie el remate fuerte al medio del arco de Sosa. Cuatro minutos después, llegó el tanto tricolor por gran cabezazo de Scotti en anticipo ofensivo tras corner de Cassiano.

En el complemento, Nacional permitió que Danubio lo encerrara cada vez más en su campo y no sacó los contragolpes esperados. Hubo pocas emociones hasta que a los 18 Olivera metió buen pase que Perrone conectara sin que llegara al cierre el lesionado Leites ni achicara Munúa. El empate encendió la esperanza de los danubianos de forzar una tercera final pero le faltó fútbol y aguantó bien Nacional, hasta que llegó el gol de la tranquilidad a 3 minutos del final.

Nacional mostró una vez más hombres con personalidad y clase a la hora de definir, lo que permite muchas veces superar a rivales con más fútbol, como pasó en varios pasajes en las finales de estos dos años con Danubio. Solo ayer estuvo en ventaja.

Más allá de sus errores técnicos, en el arco Munúa tapó un penal. Contuvo tres de los cuatro que le ejecutaron. Scotti volvió a ser el mejor en la zaga. Si algo le faltaba, hizo el primer gol. Lo merecía por sus dotes de gran profesional y haber sido el más parejo. Lembo mejoró mucho lo del otro día. Tiene el mérito de haber jugado casi sin entrenar en los últimos veinte días. Tiene clase más allá de sus errores.

Mejoró mucho Del Campo últimamente. Leites había jugado bien. pero se lesionó. Méndez fue importante otra vez por derecha. Vanzini hizo otro gran trabajo en el centro. Se superó mucho O.J. Morales aun sin llegar a lo habitual en él. Cassiano fue muy preciso con el balón.

Cuando se la dieron se jugó fútbol. Cuando lo saltearon hubo pelotazos frontales que desgastaron a R. Morales. El Chengue mejoró mucho en estas finales y es importante futbolística y sicológicamente, sobre propios y extraños. Webo no estuvo a la altura de lo esperado. Peralta fue una vez más decisivo cuando ingresó. Camejo, hecho para estos partidos claves. Bien J. Rodríguez. Fue decisivo que concentraran tras la dura charla de Carreño. Así mejoraron en lo físico y lo futbolístico de manera sensible.

Danubio volvió a perder finales. Sintió la falta de R. Da Silva, quien ingresó sentido y se resintió rápido. Biaggio debió irse a los 5 al sentir de nuevo los posteriores. Eran los hombres experientes. No jugó bien pero remontó el 0-1 y empató. Pagó caro sus errores en estas finales. Deberá superar este trance en pocos días para la Liguilla.

 

 

 

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