Tiene un buen espejo

El argentino Marcelo Bielsa ha revolucionado el fútbol chileno. A la selección Sub 20 no la dirige el "Loco", pero ha adquirido su impronta tras ser elegida por aquél como "sparring" de la mayor previo a los partidos por Eliminatorias, que tienen a los chilenos en zona de clasificación al Mundial.

El técnico Ivo Basay, de extensa trayectoria como futbolista, no cuenta con grandes estrellas en el plantel que viajará a Venezuela en los primeros días de enero y jugará ante Uruguay en la segunda fecha del grupo B, pero cuenta con un equipo "parejo y competitivo" según la prensa deportiva local.

Se dice que todo equipo debe armarse de atrás hacia adelante y en tal sentido Chile parece estar tranquilo. Cuenta con Fabián Cerda, tercer arquero de la selección mayor y con una férrea defensa liderada por Carlos Labrín, de buena temporada en el Huachipato y Rafael Caroca, zaguero que pertenece al Colo Colo.

Consultados periodistas chilenos, también fue destacado el trabajo del carrilero por derecha con que cuenta la selección de Basay. Se trata de Paulo Magalhaes, uno de los jugadores más regulares que mostró Cobreloa en el último torneo y de los que más minutos en Primera división ha visto.

En materia ofensiva, las esperanzas de la "rojita" están puestas en la inspiración de Boris Sagredo, volante creativo que fue la manija de Palestino, vicecampeón del último torneo chileno y equipo al que llegó cedido por Colo Colo para "foguearlo" en Primera. Además, se espera el aporte goleador de dos "promesas" de la Universidad Católica: Sebastián Barrientos y Francisco Pizarro.

Al igual que Bielsa en la selección mayor, Basay apuesta a una línea defensiva con tres hombres, pero de ahí para adelante muestra un matiz algo más defensivo que el argentino. La Sub 20 "rojita" mostrará un sector medio más poblado -con cuatro futbolistas-, un enganche tradicional y dos delanteros netos (no tres, como suelen aparecer en la mayor).

La última generación Sub 20 chilena terminó en el tercer puesto del Mundial y ya está dando sus frutos en la selección mayor. Por eso la mira de aquel lado de los Andes apunta alto nuevamente.