Laurent Lazard: "Sé que el rally es un deporte donde está presente la muerte"

Tras haber abandonado el Dakar en Argentina, el motociclista uruguayo habló con Ovación y contó qué significó para él este rally. Una dolorosa caída en la cuarta etapa, en la que sufrió severos daños en la rodilla, provocó que Lazard fuera el primer uruguayo en dejar la famosa carrera. "Me siento fuerte aunque mi físico no está bien", dijo, al tiempo que confirmó su participación en el Dakar 2010. Satisfecho con su actuación, el uruguayo que participó en dos Dakar de África y en 40 mundiales de rally, saliendo tercero en el 2006, dio detalles de cómo lo vivió.

MARIELA MUÑOZ DÍAZ

-Fue tu tercera participación en el Dakar, ¿cuál era tu objetivo?

-El Dakar es una escuela, hay que ir por etapas. Terminé dos veces, una en el lugar 35 y otra 32, entonces esta vez no iba para terminar sino que me estuve preparando para estar entre los 15 ó 20 primeros. Ya la primera semana, tras conseguir lo que buscaba, hasta podía pretender terminar entre los 10 primeros, pero es una carrera por eliminación, cosa que me pasó a mí: me eliminé.

-¿Qué fue lo que pasó?

-Yo venía en una nube de polvo de otro piloto, el chileno Francisco López que ganó luego la séptima etapa, y en un momento no vi una curva, me salí un poco y choqué contra una piedra. Cuando caí lo hice contra la piedra y me lastimé la rodilla. No sé exactamente lo que tengo todavía, pero hay una torción en la rótula y seguramente estén rotos el menisco y los ligamentos. Me sacaron tres jeringas de sangre y estuve un poco mejor, pero al otro día me siguió doliendo, creo que la solución va a ser operar y lo prefiero porque, por experiencia, lo mejor es operar y curar que intentar ver si se arregla sólo.

-¿Qué sentiste cuando, tras haber alcanzado lo que ibas a buscar, en un segundo perdiste todo?

-Yo iba a pelear un puesto adelante y sabía que me podía caer o romper la moto. No sé qué sentí; bronca no, porque todos tenemos errores en algún momento de la carrera y éste no fue un error del que pueda decir `me odio por lo que hice`. Fue mala suerte.

-¿Cómo te sentías al momento de abandonar?

-Estaba muy motivado, no tenía ampollas, ni estaba cansado. Fue una lástima, me quedé con ganas de correr una etapa en Mendoza y otra en Córdoba, que yo conozco muy bien y podría haber estado entre los primeros cincos de la etapa, aunque no de la clasificación general, porque para mantener ese lugar necesito más años.

-¿Cuánto crees que falte?

-Soñando, dos o tres años. Me siento crecer arriba de la moto y antes de abandonar estaba peleando con los que están en los primeros puestos. Estaba entre los 15 sin arriesgarme, podría haberme arriesgado y estar entre los 8, pero también podría estar en un helicópteros con las dos piernas rotas o el cuello roto. El Dakar es una escuela y no hay que quemar etapas. Primero hay que mantener un ritmo y después apuntar a más. Es un deporte de viejos, se necesita experiencia. Es fácil andar uno o dos días rápido, pero ser constante es lo importante.

-¿Cómo viste la participación de los otros uruguayos?

-A los hermanos Arrieta no los pude seguir durante la competencia, porque cuando ellos llegaban a la meta yo estaba durmiendo, y cuando yo largaba ellos estaban en "plena noche". Iban haciendo una sabia carrera en una camioneta stock y su objetivo era terminarla, pero no pudieron llegar a tiempo para la largada de la sexta etapa. Lo de Luis Henderson (en cuatriciclos) fue una lástima. Él sabía que podía andar bien pero se sorprendió porque el motor que llevaba, comparado al de los otros competidores, era un motor chico; por eso lo rompió.

-Es el primer año que se corre en Argentina y Chile. ¿Cuáles son las diferencias con África?

-En África era más rústico, los baños eran un agujero en la arena, acá es un Dakar de lujo, comíamos en mesas y había baños químicos. Pero lo que más me sorprendió fue el público. Nos sentíamos estrellas de rock. En la vuelta al Obelisco de Buenos Aires vi gente llorando porque les daba la mano o me quedaba un segundo con ellos. En todas las ciudades había nubes de gente, fue mágico.

-¿Y en cuanto al territorio?

-Es igual, la única sorpresa es que de golpe agarramos etapas muy duras y por eso abandonaron muchos en las dos primeras etapas; en África, las dos primeras etapas son de enlace con 100 kilómetros de prueba especial.

-El Dakar es famoso por las muertes, ¿qué te lleva a correrlo?

-Sé que es un deporte donde está presente la muerte pero no pienso en eso. Cuando nos enteramos de la tragedia de Pascal Terry hubo un momento de tristeza pero al ratito estás pensando en la siguiente etapa, tenés que estar concentrado. Cuando termina la carrera uno se pregunta: ¿vale la pena? Yo perdí amigos en rallys pero, por otro lado, también se murieron amigos en accidentes de calle o por enfermedades, entonces: ¿voy a dejar lo si me gusta?

-¿Qué es lo que te gusta?

-El Dakar siempre fue mi sueño y el de mi padre, y cuando terminé el primero pensé: ¡qué mierda es mi sueño! Pero a los 15 días me di cuenta de cuánto lo disfruté, y el segundo lo disfrute aún más.

-¿Que significó este Dakar?

-Fue una confirmación de que hice bien las cosas y descubrí que podía estar adelante. Trabajé y el trabajo dio resultado. No hay ninguna decepción, estoy muy motivado para el futuro. Siempre soñé con estar entre los cinco primeros, hay gente que puede soñar toda su vida pero yo me di cuenta que trabajando puedo estar adelante y eso es importante. Me voy 100% conforme y 100 veces más motivado que antes del Dakar.

-¿Cómo sigue el 2009?

-Si tengo que operarme voy a estar dos meses afuera, por lo que no podré correr en el rally de La Patagonia; pero como no es fecha del mundial, no es vital. Mi salud para el próximo Dakar y el mundial es más importante que una carrera.

fUTURO. "Estoy en contacto con gente que está interesada en que corra para su equipo. Aunque el Dakar duró poco, pude mostrarme".

Preparación. Para Lazard fue importante hacer carreras extremas previo al Dakar. Dos meses antes corrió mil millas de un tramo en 28 hs.

Llegada. El viernes viajará a Buenos Aires para recuperar su moto y materiales, y presenciar la llegada del Dakar junto a su equipo.

Hoy se correrá la 12ª etapa en Argentina

Tras la suspensión por la densa niebla de la prueba especial cronometrada de la etapa 11, que unía la localidad chilena de Copiapó y Fiambalá, hoy continúa el Dakar en territorio Argentino.

Los pilotos atravesaron ayer en caravana las gigantescas dunas del desierto de Atacama, el más árido del mundo y considerado uno de los tramos más duros de la carrera.

Hoy reanudará la prueba con un tramo de 500 kilómetros entre Fiambalá y Vivaqué, en La Rioja.

El español Carlos Sainz lidera cómodamente la clasificación general de autos, mientras que en cuatriciclos, el primer puesto es para el checo Josef Machacek. En motos, el español Marc Coma continúa siendo el líder de la general, y en camiones el dominio de los pilotos rusos es abrumador.

Motociclista español sigue en riesgo vital

El motociclista español Cristóbal Guerrero, que sufrió una fuerte caída a media tarde del martes mientras corría la décima etapa del rally en la ciudad chilena de Copiapó, tuvo una leve mejoría pero sigue en riesgo vital.

"Pasó bien la noche. No se ha complicado, pero persiste el riesgo vital", señaló Omar Luz, director del Hospital de Copiapó, a 800 km al Norte de Santiago, donde Guerrero fue trasladado de urgencia tras el accidente.

El piloto de KTM, que recibió un duro golpe en la cabeza, continúa en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), en estado de coma inducido.

"El cuadro se produjo por la caída, pero la situación cerebral del piloto no es producto de un golpe con algo duro, sino por efecto de una mala caída", dijo Luz.