Ganó de una forma más hiriente

VÍCTOR H. MORALES

River era el vencedor se hubiera dicho lo de la golondrina que no hace verano si es una sola.

Pero ganó Boca y periodísticamente el partido ratificó la sensación de que River sigue en la mala y Boca, por oficio, experiencia y convicción, le gana cuando y cómo quiere.

Ante una derrota los de Boca hubieran dicho que me importa si es el verano. Nosotros estamos para cosas grandes no para un partido de playa. Pero la victoria tuvo otra valor, aún valiendo poca cosa: subraya la superioridad de Boca, la torna más evidente. Sobre todo, si la misma se consuma jugando con una doble circunstancia que limitaba su chance: a la media hora expulsaron nada menos que a Battaglia y un minuto más tarde, River convirtió su gol.

Entonces fue que ingresaron al estadio los fantasmas de los millonarios. Sus jugadores y sus hinchas, han visto esa película demasiadas veces, últimamente, y la auto profecía del fracaso, se cumplió. Boca ganó de una forma más hiriente que en un partido normal. River no pudo acomodar el paso cambiado del segundo semestre del 2008, y este año se le planta como un desafío a sí mismo.

Antes que a Boca o a los otros, River tiene que ganarle a River.

¿Y vos qué decís?

www.ovaciondigital.com.uy