Fue otra la historia con Brasil

Y fue otra historia no más.... Brasil fue otro. El sábado los norteños entraron a jugar muy compenetrados, serios, ásperos y seguros de su fútbol.

Uruguay les enfrentó con enorme entrega pero sin poder evitar los toques y pases profundos ya fuese por los laterales o en diagonal al pico del embudo y sin poder evitar los remates de fuera del área, todo en el primer tiempo.

Los celestes no salieron claros (en realidad no los dejaron) ya fuese por que los rivales les encimaron o porque si el pase era profundo les faulearon como recurso defensivo.

La victoria parcial no se podía discutir y si fue exigua ocurrió sólo por la falla del portero brasileño y la fuerza espiritual de los uruguayos los que por arriba demostraron tener su arma más peligrosa.

La parte final comenzó con Brasil a todo trapo pero encontrando a Uruguay mejor acomodado en el campo por lo que los norteños empezaron a jugar con ciertos recaudos. No arriesgaron.

Los celestes entonces pudieron aparecer más armónicos, mejor acompasados pero siempre dando la impresión que sólo por alto podrían crear el empate. Se adelantaron y lo buscaron pero con un obra maestra de contraataque Brasil terminó con el partido. El descuento fue pura anécdota.

Uruguay tiene todavía camino por andar y no es del caso pensar que se olvidará de todo lo bueno que hizo hasta ahora.

El rival será Colombia, un equipo que siempre es complicado por su fútbol veloz y dinámico. Lo importante es que Uruguay recobre la memoria.