Siempre la piedra en el camino

Política y más política. Los que no querían estar en la AUF ahora quieren cambiar los tornillos para asegurarse la permanencia.

Los que quieren incrementar peso para impedir que el fútbol se maneje bajo términos deportivos y no políticos, le meten duro al serrucho para cortar las "patas".

Los que vuelven al tapete en un club después de algún distanciamiento quieren recuperar trascendencia a costa de un supuesto "hombre de la noche".

Los que quieren hacer algo más que tirar opiniones se mueven con habilidad para estar en la primera línea de los dardos. Y así vamos. Poniendo piedras en el camino.

Derrumbando o tratando de derrumbar las cosas que se han ido construyendo.

Así aparecen los "Nostradamus" del siglo XXI que avizoran un futuro negro en el horizonte, perdiendo de vista que no viene tan nublado porque por algo se metieron a tres selecciones en los mundiales de la FIFA.

Es cierto que a Tabárez le ha faltado cintura para no trasladar a todos los ámbitos la misma intransigencia con la que puso la casa en orden. Porque no es lo mismo pararse delante de la puerta de los jugadores que la de los dirigentes.

Pero esa no es razón suficiente como para meterle un dedo en el ojo al entrenador de la selección previo al Mundial.