Ojalá que no abran más el grifo

Si la FIFA abre un poco más el grifo, la primera vez fue para que los jugadores que disputarán la final de la Champions League se les escurran un poco a los técnicos de sus selecciones, se vendrán abajo las rimbombantes palabras del suizo Sepp Blatter, supuestamente enojado -en el pasado- por la enorme carga que soportan los futbolistas de primer nivel.

Si las excepciones para pegar el faltazo el próximo 17 de mayo a los entrenamientos se otorgan a algunos más, ¿cómo harán para evitar que no aparezcan otros pedidos?

Y, así, entonces, se aumentan los riesgos de lesiones de jugadores o se reducen los días de descanso de las figuras de primer nivel.

En consecuencia, parece que no es tanto el interés que se tiene por ver el mejor rendimiento de los futbolistas en la gran cita mundialista.

Lo peor es que acá en Uruguay, donde Atlético de Madrid consiga que Diego Forlán se quede hasta el 19 de mayo en Europa, como mínimo, se viene la reacción en cadena de Peñarol y Nacional para el caso que precisen a sus jugadores para las finales.