Dos viernes unidos en el tiempo

Viernes. Las 5 de la tarde. En el Centro de Alto Rendimiento de Peñarol terminó la última práctica de la semana. Keosseian despide a los jugadores: "Mañana, si se juega, vamos a las 4 a Los Aromos y concentramos; si no, venimos a las 9 para acá y jugamos con Rampla".

Un futbolista, entonces, pregunta: "¿Y cómo sabemos?" Casi encogiéndose de hombros, el entrenador responde: "Escuchamos la radio".

Uno, que espera, oye y recuerda. También viernes, pero 2 de julio. Johannesburgo. Estadio "Soccer City". Uruguay acaba de vencer a Ghana por penales, está entre los 4 mejores del mundo y, al salir del vestuario, el aún neutral Raúl Rodríguez, baja un cable a tierra: "Ojo, 4 o 5 partidos no cambian nada; ahora volvemos y nos esperan los problemas de siempre del fútbol uruguayo".

Le erró. Que 19 horas antes de empezar el Uruguayo no se supiera si se jugaba o no, es nuevo. Más récord que el de Muslera en Sudáfrica.