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Scrum de voluntades compartidas
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CEIBAL REGULES
Este año, la motivación de Old Boys se reflejó claramente en su sector de rugby.
Hace ya tres años acariciaban el título del Torneo Uruguayo que no se les daba por motivos mínimos.
La temporada anterior, pese a que lideraron la tabla anual de posiciones, fueron superados en una final legítima pero injusta.
Fue para ellos un impacto constatar que el trabajo de todo un año, acumulativo de esfuerzos de años anteriores, era insuficiente.
En el 2010 redoblaron los compromisos grupales y pasaron a concientizar los aspectos negativos de los torneos -fruto de una diagramación conceptualmente errónea pero aceptada por los más- que definían una temporada.
Este año, también se sumó al final del Torneo Clausura, la interpretación reglamentaria de las autoridades de la URU que les quitaron puntos ganados ante Christians en la cancha.
El equipo creció respaldado por sus directivos quienes retiraron la confianza a los miembros de la URU, situación algo atenuada pero no superada aún.
De las adversidades se generan respuestas y fue así como todo Old Boys se juntó en un gigantesco scrum de voluntades que aportó empuje a la institución y, especialmente, al rugby en su conjunto.
Ovación digital
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