Dos veredas y una sola realidad

Que Damiani, que ahora discrepa, dijo el año pasado que Peñarol había pensado que en algún momento se tenía que llegar a que la Olímpica fuera para una sola hinchada, y que Alarcón, cuyo club hoy pone en práctica la medida, no haya estado entonces de acuerdo ni siquiera con la división de dicha localidad mediante la creación de un "pulmón", al extremo que fue a ver desde allí una de las finales del Uruguayo, es parte del clásico. Está en la esencia de la rivalidad existente entre los tradicionales adversarios.

Lo que no es controversial, en cambio, más allá de los colores, es la realidad: si el matador del hincha de Villa Teresa ya había señalado públicamente -también el año pasado- desde "Las Voces del Fútbol" por Julio Ríos, no sólo como el agresor del ómnibus de Juventud cuyo conductor estuvo grave, sino también como el vendedor de "merca" en la plaza de La Paz todas las tardes y ahora andaba suelto por la zona como si nada, parece que pensar como lo hizo Damiani antes, y lo hace Alarcón ahora, no es ningún disparate.

Más allá de los cambios de vereda que hacen a la esencia del clásico.

¿Y vos qué decís?

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