"En la rambla montevideana, el Castillo Pittamiglio lleva un siglo cautivando a vecinos y turistas con siniestras esculturas, torres desparejas y leyendas sobre su difunto dueño, un excéntrico alquimista que, aunque lo legó a la ciudad, prometió en su testamento volver a morarlo después de resucitar" comienza el artículo publicado en el diario El Correo Gallego, que dedica uno de los espacios en su portada al emblemático edificio capitalino.
"Puertas que no conducen a ninguna parte, ventanas ciegas, símbolos ocultos e inquietantes pasillos laberínticos: todo en él parece esconder un misterio, aunque el mayor de sus enigmas sigue siendo su arquitecto y morador, el ingeniero y alquimista Humberto Pittamiglio (1887-1966), hijo de emigrantes italianos", ilustra, para luego contar un poco sobre la historia de su creador, así como de las leyendas que se tejen alrededor del castillo "donde se llegó a decir que estuvo escondido el Santo Grial y donde, según los vecinos, se llevaban a cabo ritos satánicos y grandes orgías".
El castillo, donde hoy funciona un centro cultural, "despierta toda clase de emociones a quienes lo visitan", remarca el periodista, que lleva un pedacito de Uruguay a Galicia.
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