EDWARD PIÑÓN
Después que Mathías Mirabaje tiró una "masita" a las manos del arquero Rolero, desperdiciando el gran pase de Mauricio Pereyra, la barra de Nacional explotó.
Como si fuera un volcán en plena erupción de lava, la emisión violenta vino desde las gargantas y cargó las tintas sobre la conducción del equipo. Allí, cuando el marcador mostraba a Cerro con una ventaja de 3-0, en lugar de agredir con insultos los parciales tricolores clamaron por un ingreso inmediato.
El "borombón, borombón, hay que traerlo... a Juan Ramón" sonó fuerte. Bajó de la tribuna Brasil hacia la cancha y se escuchó con tanta polenta como cada uno de los cánticos en los que procuraron demostrarle a los jugadores que el respaldo para ir a buscar el milagro estaba.
Lo curioso del tema es que el clamor popular partió de la misma zona que, en un pasado no muy lejano, la adhesión hacia Juan Ramón Carrasco no era muy grande. Es más, gente de la barra había colgado una pancarta en la sede en la que rechazaba la contratación de "JR".
Después de la enorme cantidad de puntos perdida por Nacional en el Torneo Apertura, es un hecho que la directiva del próximo martes tratará el tema de la dirección técnica y hasta es probable que suceda algo parecido con la gerencia deportiva, porque Luis González contó con el respaldo de Daniel Enríquez, quien afirmó que el entrenador iba a revertir el panorama.
Según supo Ovación, todavía hay directivos que se resisten a modificar la conducción, pero hay otros que entienden que llegó la hora de que Ricardo Alarcón haga valer el peso de la figura presidencial.