Sabe como ganarle en su casa

Peñarol vuelve al ruedo. Después de mucho tiempo regresa a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Y lo hace ante otro histórico: Independiente.

No es el mejor momento. Viene mal en el clausura donde Fénix desnudo falencias importantes, pero el mero hecho de volver a jugar la Copa tonifica, motiva, estimula. La posibilidad de codearse con la flor y nata del continente puede ocultar defectos y resaltar virtudes.

No va a ser fácil, claro. Lo espera Independiente en la mítica Caldera del Diablo. Pero Aguirre conoce mejor que nadie lo que significa ganar contra Independiente y en su propia casa.

El tema es que Aguirre ya no juega. Pero puede transmitir vivencias y emociones. Puede decir con propiedad que ese estadio no es inexpugnable. Que si se hacen bien las cosas, si hay actitud, si aparece un equipo solidario en la cancha, todo es posible. Claro a este Peñarol le falta mucho, pero cuenta con armas como para ilusionar e ilusionarse. Hoy se volverá ver un duelo histórico de la Copa. Habrá dos camisetas de peso y tradición frente a frente. Ojalá estén a la altura de sus antecedentes.