Clases a puertas cerradas

La mayoría de los periodistas nos enojamos con los entrenadores que deciden entrenar a puertas cerradas.

¿Por qué lo hacen? ¿Qué es lo que esconden si todos nos conocemos?, preguntas que se repiten una y otra vez cuando no se abren las puertas para ver los entrenamientos.

No sólo pasa con Diego Aguirre, Juan Ramón Carrasco o el maestro Óscar Tabárez. Pasa con todos, pero aquí no escarmentamos y armamos flor de lío: queremos ver.

En Europa, sin embargo, hace años que no se permite el trabajo en cancha de los equipos. No es una medida simpática, eso está claro, pero nadie se enoja cuando acontece.

Ni Mourinho ni Pep Guardiola abren las puertas en sus entrenamientos y no pasa nada. Nadie dice ni "jota". Sólo 15 minutos para las fotos y chau...

Pero por si eso fuera poco, ahora el Barcelona cierra las puertas también en los trabajos de sus formativas: "¿Los padres ven las clases de sus hijos? Pues estas son clases de fútbol", dicen.