Un invitado que hace chanchadas

Cierto, "extra región", más allá de Centro y Norteamérica, México nunca ganó nada. Sin embargo, en el caso de la Copa América, hay que reconocerle un mérito: si en las 7 ediciones que jugó, fue vicecampeón dos veces y 3° en tres oportunidades, con eso ya "le tiró el chico lejos" a varios sudamericanos.

Y no hay porqué objetar su participación en el torneo de la Conmebol, desde que -por ejemplo, en otro ámbito- Chile, Venezuela y Ecuador son Estados asociados al Mercosur y casi nadie le busca esa quinta pata al gato.

Ahora bien. Está bárbaro el injerto, porque el factor económico de la poderosa televisión mexicana manda y México tiene un nivel futbolístico que le da mayor competitividad al campeonato.

Lo que está mal, en cambio, es que al traer un equipo juvenil, el invitado no venga a la máxima fiesta del fútbol sudamericano de frac y caiga en bermudas y alpargatas. Es un desaire; pero la culpa no le tiene el chancho, sino el que le rasca el lomo; claro.