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DESDE EL ARCO por José Mastandrea
Aplausos para Forlán. Se fue por la puerta grande del Atlético de Madrid y fue recibido como un héroe en el Inter de Milán.
Aplausos para Diego por esa llamada al maestro Tabárez para plantearle su situación. "Quiero ir", le dijo al entrenador, pero Tabárez lo liberó, estaba en juego su futuro.
Aplausos por su forma de ser y por ese sentimiento que demuestra permanentemente con la Celeste, la que besa y aprieta después de cada gol.
Aplausos por esa sencillez y esas palabras en la primera conferencia de prensa que dio en el Inter, por esas ganas de seguir planteándose objetivos cada vez más exigentes, más duros.
Y aplausos por haberse borrado a tiempo, por plantarse en sus convicciones y decirle "no" a ese casamiento que se acercaba a pasos agigantados.
Hoy, el pobre Maxi López debe lamentar no haber actuado y pensando como Forlán. "Wandita" lo va a dejar como cuando Dios lo trajo al mundo. ¿O no?
Ovación digital
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