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EL ANÁLISIS por Jorge Savia
Parado y chiflando en una esquina
Da la impresión de que Peñarol se encuentra en una cruz de su camino, cotidiano y hasta histórico, quizá, aunque pueda parecer grandilocuente la definición de las circunstancias.
Es que los aurinegros están cronológicamente parados en la esquina donde desembocan el corto y el largo plazo.
Por la primera calle el club debe dirigirse a la formación de un equipo competitivo, que le refuerce la chance de -como mínimo- "reconquistar" el título de campeón uruguayo, en poder del tradicional adversario, que ya ganó el Torneo Apertura y, por tanto, sacó ventaja para repetir el plato; y la segunda, lo conduce a la construcción del estadio propio que, por motivos de orden político a nivel de la Junta de Canelones, se ha dilatado más allá de lo deseado.
Si, como se establece en la página 4, Peñarol apunta a Orteman porque económicamente está imposibilitado de traer a Arévalo Ríos, es claro que -hoy por hoy- la nafta no le da para repartirse entre los dos flancos.
"No se puede chiflar y comer gofio", reza el dicho popular; y no lo establece, pero en forma implícita lo hace: el que lo desatiende, corre el riesgo de ahogarse.
El País Deportivo
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