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El análisis EDWARD PIÑÓN
Que el 2011 no se vaya nunca más
El 2010 ya había sido esplendoroso por la gestión en el Mundial de Sudáfrica, pero este 2011 nos regaló a los uruguayos una de las alegrías más grandes en materia deportiva.
Ganar la Copa número 15 de América fue maravilloso y ese triunfo quedará por siempre guardado en la memoria de generaciones enteras, que por suerte pudieron ver a la Celeste en lo más alto del continente.
Los que estuvieron en el Monumental de Núñez (jugadores, técnicos e hinchas) y los que seguimos por televisión el cotejo contra Paraguay, recordaremos hasta el último de nuestros días el gran momento de la entonación del Himno Nacional.
Este 2011 rompió todo y dejó una huella muy grande. Fortaleció aún más la gran identidad de la selección, unió como nunca a los uruguayos y nos recordó que los objetivos son posibles de alcanzar cuando no se ponen piedras en el camino. No hay mayor lección que esa.
Los desafíos van a seguir viniendo -están las Eliminatorias, los Juegos Olímpicos y muchas cosas más- y para encararlos de la mejor manera lo que hay que hacer es recordar lo que se hizo antes. Que el 2011 sirva de ejemplo.
El País Deportivo
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