Daniel Isgleas
El auge delictivo -particularmente las rapiñas- es visto con extrema preocupación por el gobierno y los líderes de los partidos políticos, todos quienes reconocen insuficiencia y también fracaso de las políticas públicas. En muchos casos el empleo de métodos violentos se atribuye al consumo de pasta base.
En el caso de los delitos cometidos por menores, desde el gobierno se reconoce la insuficiencia de los mecanismos implementados hasta ahora, entre los que se cuentan un mayor presupuesto para la policía, la profundización del asistencialismo a través del Plan de Emergencia y el Plan de Equidad y el aumento paulatino de las penas. Incluso, el vicepresidente Danilo Astori recomendó, al contrario de la mayoría del Frente Amplio y en el mismo sentido que el ministro del Interior Eduardo Bonomi, mantener los antecedentes de delitos graves cometidos por menores cuando pasan a ser mayores de edad.
La baja de la edad de imputabilidad ha vuelto a ser planteada por el líder de Unidad Nacional, Luis Alberto Lacalle, mientras que el secretario general colorado Pedro Bordaberry sostiene que las políticas sociales del anterior gobierno no dieron resultado y que las consecuencias de eso se sienten ahora. Astori propone otro camino, que es persistir en la articulación de las políticas destinadas a la superación de las condiciones de vida que aún padecen las capas más humildes de la población, con una mayor eficiencia en la represión de los delitos y una infraestructura para la recuperación de quienes -menores o adultos- han incurrido en desvíos de conducta.
El líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, advirtió que uno de los problemas centrales es el fracaso de las políticas públicas.
Los líderes coinciden en que no es recomendable estar armado, y nadie lo aconseja a título expreso porque se estima que un arma en manos inexpertas puede terminar en una manifestación mayor de violencia contra la propia víctima.
Sin embargo, Lacalle y el líder de Alianza Nacional Jorge Larrañaga reconocen tener un arma. Lacalle sostuvo que la usaría si es atacado, agreden su familia, o invaden su casa.
Luis A. Lacalle
"Tengo arma en mi casa y en el auto"
- Las rapiñas muestran un aumento pese a que subió el presupuesto del Ministerio del Interior, a que se han agravado las penas, a que hay más planes de asistencialismo, y a que aumentó también el presupuesto para la educación. ¿A qué se debe esto?
- Las rapiñas se cometen bajo los efectos de la pasta base. Es algo que no está previsto en ninguna de las mejorías que pudimos tener. Además, la medida de privación de libertad bajando la edad de imputabilidad no es la solución, pero es una de ellas.
- ¿Hay más flexibilidad de la Justicia ante casos donde se produce la legítima defensa?
- No sé, no creo porque no hubo tantos casos. No es un caso de flexibilidad sino de exacta aplicación del concepto de legítima defensa. Estos tres casos recientes encajan claramente dentro de la legítima defensa. Los jueces han tenido el sentido común de aplicar la ley de esa manera.
- ¿Recomienda estar armado?
- Yo no lo recomiendo ni dejo de hacerlo. Es una valoración que la persona debe hacer. Uno debe determinar si está dispuesto a que una persona desorbitada, fuera de sí, le pegue una puñalada o un tiro. Yo no estoy dispuesto.
- ¿Usted está armado?
- Tengo arma en mi casa y en mi auto. No estoy en edad de permitir que me pegue una puñalada para sacarme la billetera un muchacho que se mandó una "lágrima" de pasta base. O que se meta con mi señora o que me invadan la casa. Espero nunca tener que usar las armas, pero las tengo para usarlas.
Danilo Astori
"No estoy armado y no lo estaré"
- Las rapiñas muestran un aumento pese a que subió el presupuesto del Ministerio del Interior, a que se han agravado las penas, a que hay más planes de asistencialismo, y a que aumentó también el presupuesto para la educación. ¿A qué se debe esto?
- Es que todavía hay que trabajar mucho sobre la base del enfoque integral de seguridad pública que comenzó a ponerse en práctica durante el pasado gobierno y que el actual ha confirmado y está profundizando. Lo hecho hasta ahora es insuficiente. Hay que articular políticas destinadas a la superación de las indignas condiciones de vida que aún padecen las capas más humildes de la población. Habría que agregar otra herramienta que la actual realidad nacional aconseja: la consideración de los antecedentes en los casos de delitos muy graves cometidos por menores, como homicidios, violaciones, secuestros, rapiñas con resultados muy violentos.
- ¿Hay más flexibilidad de la Justicia ante casos donde se produce la legítima defensa?
- A estar por las características públicamente conocidas acerca de hechos que culminaron con la libertad de ciudadanos que, según la Justicia actuaron en legítima defensa, creo que los jueces tomaron la decisión correcta.
- ¿Recomienda estar armado?
- No sólo no recomiendo que la gente se arme, sino que considero que es un camino muy peligroso y contradictorio con el enfoque integral al que me referí. Es que el armado indiscriminado de la población puede conducir a la práctica de la justicia por mano propia.
- ¿Usted está armado?
- Nunca estuve, no estoy y seguramente nunca estaré armado. Las armas en manos de gente sin experiencia alguna en su tenencia y manejo, como es mi caso, pueden generar resultados lamentables.
Pedro Bordaberry
"Estoy en contra de uso de las armas"
- Las rapiñas muestran un aumento pese a que subió el presupuesto del Ministerio del Interior, a que se han agravado las penas, a que hay más planes de asistencialismo, y a que aumentó también el presupuesto para la educación. ¿A qué se debe esto?
- No hay una sola causa, son varias. Las políticas tomadas por el gobierno de Tabaré Vázquez en cuanto a liberar presos, la derogación de la ley que permite detener en averiguaciones y la evidente falta de autoridad que hubo durante los ministerios de José Díaz y Daisy Tourné, evidentemente dispararon y agravaron la situación. El aumento de los delitos cometidos por menores infractores y el crecimiento del consumo de pasta base inciden sobre las cifras de rapiñas.
- ¿Hay más flexibilidad de la Justicia ante casos donde se produce la legítima defensa?
- No, la Justicia aplica la ley. No creo que haya flexibilidad. Lo que sí hay es que se dan casos de legítima defensa frente a la violencia que estamos viviendo, que no es la misma de hace un tiempo. Ha crecido la violencia de los delitos, por ejemplo la rapiña.
- ¿Recomienda estar armado?
- Si estoy en el Estado no tendría que recomendar que la gente estuviera armada sino darle seguridad. Pero lamentablemente es una opción que la gente está tomando hoy por la creciente violencia que hay.
- ¿Usted está armado?
- No estoy armado. Por naturaleza soy contrario al uso de las armas. No me gustan las armas.
Pablo Mieres
"Prefiero evitarme esa violencia"
- Las rapiñas muestran un aumento pese a que subió el presupuesto del Ministerio del Interior, a que se han agravado las penas, a que hay más planes de asistencialismo, y a que aumentó también el presupuesto para la educación. ¿A qué se debe esto?
- Hay causas profundas que tienen que ver con cambios en la estructura de la sociedad y con el fracaso de la política educativa y del efecto de las políticas sociales. Las políticas públicas de carácter social no han funcionado bien y el Uruguay está produciendo casos tan horrendos como el del "Pelón". Creo que hay una estrategia en seguridad pública que fue notoriamente equivocada durante el gobierno de Tabaré Vázquez y que ahora aún hay que esperar para evaluar. A pesar de esto, hay una sensación de agravamiento de la situación.
- ¿Hay más flexibilidad de la Justicia ante casos donde se produce la legítima defensa?
- No me animo a opinar sobre esos casos. Tiendo a creer que el clima de temor, de sensación de que cada vez está peor la cosa influye sobre el temperamento de jueces y fiscales. Pero esto no quiere decir que no sea correcta la aplicación de la norma sobre legítima defensa. Entiendo que hubo una aplicación lógica de ese criterio.
- ¿Usted recomienda estar armado?
- No, de ninguna manera. Ese no es el camino, es un camino equivocado. El Estado debe proveer a la sociedad de un instituto armado que la defienda y que resuelva los problemas y conflictos.
- ¿Está armado?
- No, y nunca lo estuve. Prefiero evitarme la violencia de enfrentarme a esa situación.
Jorge Larrañaga
"Tengo una, pero nunca ando con ella"
- Las rapiñas muestran un aumento pese a que subió el presupuesto del Ministerio del Interior, a que se han agravado las penas, a que hay más planes de asistencialismo, y a que aumentó también el presupuesto para la educación. ¿A qué se debe esto?
- Nunca hay una única causa. La rapiña como hurto con violencia es una modalidad delictual creciente en el país. Se necesitan más efectivos en las calles y más firmeza en las decisiones policiales. Pero hay un problema evidente que explica por qué hay más rapiñas: la fortísima incidencia de la pasta base y del alcohol. Es un problema que se va agudizando.
- ¿Hay más flexibilidad de la Justicia ante casos donde se produce la legítima defensa?
- No creo que sea así. Yo tengo una inmejorable opinión de la Justicia. Más allá de aciertos y errores, creo que la Justicia en nuestro país es un valor esencial. No creo que haya menores exigencias al mirar los requisitos exigibles para la legítima defensa. La legislación vinculada a la legítima defensa deja cierto margen de discrecionalidad al juez.
- ¿Usted recomienda estar armado?
- No recomiendo estar armado. La mera presencia del arma es una invitación a la violencia. El arma puede desencadenar una situación insalvable, puede desencadenar desgracias. Soy partidario de la Justicia y no de la defensa libre del ciudadano, aunque pueda no quedar demasiado bien frente a mucha gente en momentos de violencia. El arma termina siendo una invitación a usarla.
- ¿Está armado?
- Yo tengo arma pero casi nunca ando con ella en el auto ni en la calle. La tengo en mi casa. No es aconsejable andar con el arma. También tengo algún cuchillo, pero para comer algún asado.