Desafiando las amenazas,la reina Isabel II llegó a Irlanda, en la primera visita de un monarca británico a ese país: un viaje de cuatro días para destacar las relaciones bilaterales y la paz en la vecina Irlanda del Norte.
La reina de 85 años, con una amplia sonrisa y vestido color esmeralda y acompañada por el príncipe Felipe, fue recibida por una guardia de honor del ejército irlandés en una base aérea en las afueras de Dublín. Una niña le entregó un ramo de flores.
A continuación, la reina abordó un auto fuertemente blindado para dirigirse a un almuerzo con la presidenta Mary McAleese, quien durante 14 años cabildeó para que la monarca visitara el país.
Escoltado por 33 policías en moto, el auto real recorrió las calles de Dublín, que estaban prácticamente desiertas para asegurar que no hubiera atentados de extremistas antibritánicos.
Horas antes, disidentes del Ejército Republicano Irlandés contrarios a los acuerdos con Londres trataron de sabotear la visita real con bombas reales y falsas alarmas.
Especialistas militares desarmaron una bomba en un autobús que se dirigía a Dublín la noche anterior. Otro artefacto colocado en una estación del tren ligero dublinés resultó ser falso.
Ningún grupo se declaró responsable de las amenazas, pero varios grupos cismáticos del IRA en la frontera irlandesa siguen planeando ataques en el territorio británico de Irlanda del Norte con la esperanza de sabotear el acuerdo de paz de 1998 y el gobierno compartido por católicos y protestantes.
Funcionarios irlandeses y británicos se empeñaron en destacar que la visita real de cuatro días a Dublín, Kildare, Tipperary y Cork continuaría como estaba previsto y con el mayor despliegue de seguridad de la historia de la república.
"Este es un punto de partida totalmente nuevo para Irlanda y Gran Bretaña", dijo el flamante primer ministro irlandés Enda Kenny. "Espero que (la reina) reciba una bienvenida auténtica y memorable para ella y su comitiva".
Además del almuerzo con McAleese, la monarca preveía visitar el Trinity College, la universidad fundada por Isabel I en 1592 y colocar una ofrenda en el Jardín de la Recordación, en homenaje a los rebeldes irlandeses muertos.
AP